Nene o vampiro
Aunque exprima la misma idea que en la original, una y otra vez, tiene buenos gags.
Pasa cada vez más seguido, y no solamente en la animación. Cuando una idea -traducido a términos de la industria hollywoodense: un filme- pega, resulta exitosa, la maquinaria se pone en funcionamiento casi de inmediato para fabricar la secuela. El verbo no es ingenuo: se trata de generar productos que a su vez generen ganancias.
Lo que suele suceder, lamentablemente, más a menudo, es que esa idea primigenia se encuentre agotada en sí misma, y el paso siguiente resulte una mera copia o reacomodamiento de ella. Ejemplos hay a borbotones, desde la segunda Mi villano favorito a la secuela de Cars.
En la primera Hotel Transylvania Drácula montaba precisamente un resort para que los monstruos pudieran descansar a sus anchas, sin ser molestados. Hasta allí llegaba sin querer, ni saber dónde se metía, un humano (Jonathan) y el chiste era la contraposición entre dos mundos distintos. Adam Sandler y Selena Gómez prestaron sus voces al Conde y a su hija, Mavis, y el resultado era divertido.
La vuelta de tuerca para Hotel Transylvania 2 es que Jonathan y Mavis tienen un hijo, y el quid de la cuestión es si será humano o vampiro.
Eso es todo.
Están los personajes secundarios (Frankenstein, La Momia, el Hombre Lobo, etc.) que acompañan a Drácula, Jonathan, Mavis y ahora el pequeño Dennis, y el deseo del Conde de que le salgan los colmillos al nene, y de su madre por dejarlo ser lo que tenga que ser.
O sea: Serás lo que debas ser, o no serás nada. O, la tercera vía: serás una secuela, con camino a una tercera película.
Los mensajes son más o menos claros y los mismos que en la original: aceptar al que es diferente, ver que es posible una familia ensamblada si lo que sobra es amor, y las constantes metidas de pata de Drácula.
Genndy Tartakovsky, el creador de El laboratorio de Dexter y el cerebro detrás de Las chicas superpoderosas y Samurai Jack, le imprime ritmo a cada secuencia. Con o sin el 3 D, con pochoclo seguramente se la pasa mejor.