Hay detalles del argumento de esta tercera "Hotel Transylvania" que la vuelven casi tan contundente como el film original, y aun superior a la primera anterior. Drácula empieza a sentir que más de cien años de soledad es demasiado tiempo para seguir viudo, pero no da pie con bola con los nuevos métodos virtuales de seducción. Claro que cuando todo el clan de monstruos clásicos se va de vacaciones en un crucero por el Triángulo de las Bermudas lugar ideal para que estos engendros vacacionen, sin duda- el romance aparece de la manera más complicada, dado que la nave del Conde y los suyos se topa con una descendiente del clan Van Helsing, que más allá de amor pretende exterminar a todos estos monstruitos.
El director Genndy Tartakovsky se esfuerza por demostrar que su taquillera franquicia no está agotada, y por momentos lo logra con buenos gags que funcionan tanto para los chicos como para sus acompañantes adultos. Hay imágenes coloridas y también cierta sensación de déjà vu inevitable.