Suele decirse que Ariel Winograd es un experto en comedias, que tiene ese toque mágico que emociona, la capacidad de producir el delirio, de escaparle a lo obvio, de meterse en profundidades incómodas. Lo viene demostrando desde “Cara de queso”, “Mi primera boda”, “Sin hijos”, “Permitidos”, y las muy exitosas “Mama se fue de viaje” y “El robo del siglo”. Siempre las relaciones familiares están bajo su lupa. Con un gran guión de de Mariano Vera que une a dos seres distintos en edad e intereses, que casi no se conocen y que arman una verdadera buddy movie, que en este caso recorrerán un camino de crecimiento y madurez que los transformará. Leo Sbaraglia es “El griego” el productor de un programa de televisión que arregla problemas de la gente, con todo guionado, perfectamente reconocible. Tiene un hijo pero con una mínima relación, apenas lo conoce, ignora a que colegio va. La mama, harta, le confiesa una verdad: no es su hijo. Y casi de inmediato se muere en un accidente. A partir de ahí ese hombre y ese nene de 9 años salen a la búsqueda del padre biológico desconocido. Con momentos francamente graciosos, personajes delirantes, el recorrido del film emociona con las mejores armas y divierte siempre. Leo Sbaraglia, contento porque ésta es su primera película para todo público, está especialmente dotado para la comedia, un género que casi no frecuenta. Benjamín Otero es perfecto para su papel. Y se lucen Charo López, Luis Luque, Martin Piroyansky, Diego Peretti, Soledad Silveyra, Gerardo Romano, Natalia Oreiro y Gabriel Corrado.