Huellas

Crítica de Gaspar Zimerman - Clarín

Abuelito, dime tú

Uno de los principales desafíos de un documental en primera persona es no caer en el regodeo egocéntrico, en el anecdotario privado o en el mero exhibicionismo, e involucrar al espectador en la historia íntima que está contando.

Huellas lo logra de principio a fin.

Miguel Colombo parte de la curiosidad que le despierta la figura de su abuelo materno, Ludovico, ex militar italiano que en la Segunda Guerra Mundial desertó de las filas del ejército para sumarse a los partisanos, y que en la posguerra recaló en Santiago del Estero con su mujer y sus dos hijas. Con un suspenso que va in crescendo, Colombo viaja a Santiago y a Italia en busca de datos precisos sobre la biografía de su abuelo, para poder procesar una genealogía familiar que tiene varios cabos sueltos.

Como piezas de un rompecabezas que se van uniendo, los testimonios, las imágenes de archivo y los fragmentos de un libro escrito por Ludovico van revelando un panorama asombroso, en el que la madre del director juega un papel esencial. La bella música original y los paisajes del noroeste argentino, muy bien fotografiados, le agregan dramatismo y cierto aire de western a una historia tan particular como cautivante.