A fines de la década del ’50, Lionel trabaja para un detective privado en Brooklyn. Pero Lionel no es como los demás, dice que tiene vidrio molido en el cerebro, que se le pone en contra y que le hace decir cosas en cualquier momento. Pero ese cerebro también es su mejor aliado porque recuerda todo, porque es metódico y porque es la mejor herramienta de un detective. Motherless Brooklyn está escrita, dirigida y protagonizada por un brillante Edward Norton; una gran historia de detectives que, si bien tiene algún que otro problema de ritmo, se destaca por la astucia de su guion y por recordar a un cine que hace tiempo no se ve.