Un día de furia
En los últimos años ya se hizo costumbre tener en cartelera una o dos películas sobre desastres naturales. Sin dudas un género que crece año a año en cuanto a cantidad de películas. Sin embargo, es difícil encontrar una película aclamada por la crítica o relativamente buena desde El día después de mañana (The Day After Tomorrow, 2004), y lamentablemente para quien así lo esperaba, Huracán categoría 5 (The Hurricane Heist, 2018) no es la excepción.
En esta ocasión, la película dirigida por Rob Cohen (Rápido y furioso, 2001) presenta una nueva amenaza temporal que se acerca a un pequeño pueblo de Alabama, pero en esta oportunidad se le decidió dar una vuelta de tuerca en donde se entrecruzan la amenaza del huracán con un robo por parte de un grupo de militares y su posterior persecución.
La película comienza en 1992 cuando los jóvenes hermanos Will y Breeze Rutledge ven a su padre siendo succionado por un huracán. Veinticinco años después el mismo huracán vuelve a amenazar al pueblo y aprovechando la situación un grupo de militares revelados deciden robar 600 millones de dólares de un complejo gubernamental. Sin embargo, la oficial Casey Corbyn (Maggie Grace), quien contiene la clave para abrir la bóveda al darse cuenta logra escapar y se encuentra con Will Rutledge (Toby Kebbell), ahora meteorólogo, porque parece que, al igual que en Twister, si viste a tu padre siendo asesinado por un fenómeno meteorológico estás destinado a ser meteorólogo.
Ahora ambos deben trabajar juntos para evitar el millonario robo y rescatar a los rehenes entre los que se encuentra Beeeze (Ryan Kwanten), hermano de Will, que fue secuestrado para reparar una máquina que permite abrir la bóveda, todo esto mientras deben hacerle frente al huracán, el cual es una complicación, pero debido a los conocimientos de Will también usarán a su favor.
A pesar de este agregado en la trama que entremezcla cine catástrofe con cine de acción, el guion no deja de ser chato, claro, ya que su punto fuerte está en la espectacularidad de las escenas de acción y en aquellas que vemos al grandilocuente huracán arrasar con el pueblo, desde vehículos hasta edificios enteros, todo hecho con un CGI por momentos bastante dudoso, típico de este estilo de películas clase B que no cuentan con altos presupuestos.
A pesar de los fallos técnicos y narrativos Huracán categoría 5 no deja de ser otra típica película de acción y catástrofes que desde su esencia nunca busca ser una gran obra maestra del cine, sino simplemente entretener y atrapar al público, especialmente los amantes del género, durante las casi hora y 45 de duración.