Filmada en Bulgaria para bajar costos, sin grandes actores y con el look típico de las películas baratas de super acción del siglo pasado, esta mezcla de policial y cine catástrofe es divertidísima y no defraudará a ningún fan de los géneros que combina.
La trama tiene que ver con un robo a una reserva federal que cuenta con la ayuda de un feroz huracán de la categoría que sugiere el título local. Pero los criminales tienen la mala suerte de enfrentarse a un meteorólogo (nueva especie de héroe de acción) que sabe cómo usar el mal tiempo en contra de los tipos malos. Empezando por un sobrecogedor prólogo catastrófico, el director Rob Cohen (el de la biografía de Bruce Lee "Dragon") no aburre ni un segundo al espectador mezclando a discreción los vientos huracanados con tiroteos sumamente creativos, esto a pesar de que todo el film por momentos parezca calcado de la subestimada "Hard Rain", con Morgan Freeman y Christian Slater, que también giraba en torno a un robo en medio de un temporal. El final, con tres camiones gigantes persiguiéndose entre sí y huyendo de los rayos y centellas, no tiene desperdicio.