Los años ’90 fueron asombrosos para el cine catástrofe. Armageddon, Deep Impact, Twister, las rivalidades hermanadas de Volcano y Dante’s Peak. Películas que más de uno las vio en las sesiones matinés transmitidas por televisión, con gloriosos doblajes al castellano, de esos que tenían tanta emoción en las voces que por poco creíamos que eran así las voces de los actores. Una de mis favoritas fue la siempre ignorada, y ahora injustamente olvidada, Hard Rain, con Christian Slater, Morgan Freeman y Minnie Driver, en donde un atraco tenía lugar en un pueblito en el medio de la nada azotado por una feroz lluvia. Este pequeño thriller no reinventaba la rueda pero tenía un buen elenco, una premisa intrigante y varios escenarios en donde el agua les jugaba una mala pasada a los protagonistas. Mi preadolescencia fue grandiosa con estas producciones, las disfruté mucho y lo sigo haciendo con añoranza si las llegan a pasar en la programación habitual de un fin de semana. Querer volver a esa época cuasi dorada de Hollywood no es sencillo, sobre todo por la cantidad de otras ofertas más sugerentes que hay en el medio, pero los intentos siguen existiendo. Sin ir más lejos, el año pasado con la caótica Geostorm, y este con The Hurricane Heist, una pequeña vuelta a las viejas costumbres que consigue salir adelante a pesar de sus a veces graves pasos en falso.