Los peligros de la corrección política.
Nadie tenía en los planes que Jordan Peele, más conocido por su faceta de comediante gracias al dúo que conforma junto a Keegan Michael-Key (director de Keanu), pudiera generar un batacazo de taquilla y crítica con una pequeña cinta independiente de género. ¡Huye! fue presentada inicialmente en el Festival de Sundance de este año, donde recibió loas de un público generalmente entusiasta de este tipo de propuestas. No obstante, el triunfo en el festival de cine independiente más grande del mundo no asegura el éxito masivo en el circuito comercial, ejemplos recientes como La Bruja o Te Sigue son prueba de ello. Films excelentes pero que quedaron atrapados en la lógica del culto y el nicho especializado. ¿Por qué ¡Huye! cruzó la frontera del mainstream? La respuesta está en una simple palabra: equilibrio.
Empecemos por el argumento, que si bien no es novedoso tampoco es tradicional en su concepción. Pareja interracial en la era de la corrección política; novia caucásica de clase privilegiada propone un primer acercamiento entre sus padres y su reciente novio afroamericano. Este último, acostumbrado a la discriminación e incomodidad del estamento blanco de la sociedad, es introducido en un nuevo contexto aparentemente inocuo y progresista e incluso no advierte comportamientos extraños de sus suegros y cuñados porque entiende que es parte de su rol como elemento de fascinación racial. Poco a poco las cosas se ponen cada vez más extrañas en esta casa familiar y el título del film se hace cada vez más evidente. Desde el vamos tenemos una trama accesible pero con un giro temático que funciona a favor del desarrollo de la historia, El subtexto está ahí claro para que se entienda e incluso el espectador debe comprenderlo para seguir los acontecimientos posteriores.
Ácida y efectiva:
El segundo aspecto donde entra en juego este mencionado equilibrio es en el tono. Peele sabe muy bien que hay una relación evidente entre el terror y la comedia, como dos fuerzas que oscilan constantemente. La risa es uno de los mecanismos frente al horror y me animaría a decir que toda buena película del género no se termina por tomar 100 % en serio. El humor aquí rodea constantemente los eventos de la trama pero no los arruina ni deja sin efecto la tensión del suspense. El director (y también guionista) la “clava en el ángulo” con el tono, es una de las principales razones por la cuál ¡Huye! es entretenida y fluida de principio a fin.
Por último, el balance en las interpretaciones, con un estoico realismo a pesar de lo rídiculo y exagerado de los eventos, aspira a que el espectador se mantenga involucrado en la sátira sin denunciarla en ningún momento. En otras palabras, lo que Peele logró es un casi perfecto engranaje en el que participan la sátira, el suspenso, la acción, el humor y la crítica social. Todo con un objetivo en mente: mantener al receptor inmerso en el film. El engranaje es casi perfecto porque a fin de crear este efecto de accesibilidad, Peele otorga en bandeja la denuncia social y se lo da masticado y “en cuchara” al espectador. Posiblemente, el debate racial también haya sido uno de las razones por la cuál el film se ha mantenido en boca de todos desde su estreno en el gigante del norte.
Conclusión:
¡Huye! es un film altamente entretenido y logrado en casi todos sus aspectos. Sin embargo, deja escapar la oportunidad de elevarse por sobre la media al tener demasiado en cuenta al público.