Huye

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Conoce a tus parientes.

La historia de Huye podría ser la de una comedia dramática con comentario social si la premisa del comienzo no comenzara a torcerse en otra dirección. Como ocurría en la legendaria ¿Adivina quién viene a cenar? un joven negro debe conocer a la familia de su novia blanca. En aquella comedia brillante todos los prejuicios de un lado y del otro se exponían para finalmente cerrar con un discurso optimista contra el racismo. Pero claro, esta película se llama Huye y obviamente el clima no será el de la comedia, aun cuando la película tenga sus toques de humor. Cuando la joven pareja viaja a la finca que tienen lejos de la ciudad los padres de ella, un incidente menor pero sangriento con un animal en la ruta es el primer indicio ominoso del peligro que se avecina. Cuando conozca finalmente a los padres, el protagonista tendrá la tensión propia de conocer a una nueva familia, pero también elementos inquietantes que la rodean. Los empleados que trabajan para ellos, todos negros, son el primer comentario que la película lanza al mismo tiempo que algo que incomodará al joven protagonista.

Quien no quiera saber nada de la trama puede dejar de leer acá. Luego de las primeras escenas, todavía dentro del terreno del realismo, se comienza a develar una trama siniestra y una conspiración que no se sabe hasta dónde llega. El terror y la ciencia ficción se unen en un guión muy sólido, no solo porque logra que lo inverosímil se vuelve creíble, sino porque cambia de género con una efectividad absoluta. Para cuando el juego haya sido desplegado del todo, el espectador ya comprará todo lo que la película le propone.

Pero también el guionista y director pone especial énfasis en una puesta en escena, en un tiempo para el relato que muestra un excelente pulso para el género. Escenas que no tienen en un comienzo explicación logran perturbar y generar el clima adecuado, ya no solo para el perfecto entretenimiento sino también para el cuestionamiento de una sociedad racista en general. Como en muchos otros films del género, esa sociedad cerrada a la que accede el protagonista, es la metáfora de la ideología de ciertos grupos que forman parte de la sociedad en la que vivimos. El encierro en el cual transcurre la trama es una metáfora del mundo y los planes del grupo no son otra cosa que un cuestionamiento de una ideología imperante durante muchos tiempos que aún subsiste en muchos lugares. La combinación género con lectura social le queda muy bien a la película, que bien podría pertenecer a aquellos films paranoicos de fines de los 60 y primera mitad de la década del setenta. En todos los aspectos, Huye es una gran película.