En busca de la identidad
A través de los numerosos premios ganados en festivales, el film polaco Ida parecería volver a posicionar a los países del Este en la consideración del público y la crítica. Tal como ocurriera en los años '60, cuando las cinematografías de aquellos países se ubicaban entre las mejores, esta historia vuelve a explorar el tema de la Segunda Guerra Mundial, no desde el campo de batalla, sino a través de las secuelas que manifiestan la memoria y la búsqueda de la identidad luego del desastre.
A través de los numerosos premios ganados en festivales, el film polaco Ida parecería volver a posicionar a los países del Este en la consideración del público y la crítica. Tal como ocurriera en los años '60, cuando las cinematografías de aquellos países se ubicaban entre las mejores, esta historia vuelve a explorar el tema de la Segunda Guerra Mundial, no desde el campo de batalla, sino a través de las secuelas que manifiestan la memoria y la búsqueda de la identidad luego del desastre.
Pawlikowski filma en un riguroso blanco y negro un relato breve y conciso que une a una joven a punto de consagrarse monja (Ana, luego Ida) y su tía (Wanda), una mujer en contra de los horrores del post-stalinismo, ya que el centro de acción de sitúa en los inicios de los años '60.
Como si se tratara de una película polaca de esos años dirigida por Wajda o Kawalerowicz, Ida amplía el abanico temático desde múltiples facetas: confrontación moral entre el dúo de personajes, una asordinada crítica al sistema comunista, el clásico retorno al pasado para comprender el presente y la búsqueda del origen familiar a cargo de ambas mujeres, un clan asesinado durante el enfrentamiento bélico. El tono es gris y meláncolico, con pocos movimientos de cámara hasta el extenso travelling del final, en tanto, los rubros técnicos actúan con un peso dramático importante dentro de la trama.
Ida es una buena película, acaso demasiado calculada para el universo de los festivales, con un estupendo trabajo de la dupla actoral y una historia contada más que nada a través de susurros. Ida, en cambio, dentro del cine polaco de los años '60, sería poco más que un film menor.