Además de su paso por la Semana de Cine Italiano que empieza ahora en el Cinemark Palermo, consigue su modesto estreno comercial la película Il Solengo de Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis.
Este documental se centra en la figura de un personaje muy particular que en realidad nunca va a aparecer, sino que va a estar presente principalmente a través de testimonios de personas que vivían en su mismo pueblo. La figura en cuestión es conocida como Mario di Marcella (se decía que el Marcella era porque es el nombre de su madre).
Con un grupito de hombres (no hay mujeres en la película) ya mayores se va construyendo de manera oral la historia de este tal Mario. Comienza desde lo más anecdótico, con un tono más cercano a la comedia, sin ser necesariamente eso. Se parte desde lo curioso de su personalidad, su aislamiento y ciertas actitudes que muchas veces lo terminaban tildando de loco, para luego ir socavando en su historia familiar, ya que proviene de padres muy particulares.
Al menos esto es lo que se conoce, esto es lo que se dice. Mario en realidad nunca interactuó demasiado con nadie así que a su alrededor todo lo que se crea es casi un mito.
“El que sabe, sabe que no sabe”, dice uno de los protagonistas que brinda testimonios, su mejor versión del “Sólo sé que no sé nada”. Porque lo cierto es que si bien la mayoría de los testimonios coinciden, ninguno da nada por sentado, siempre se basa en un rumor de un rumor de un rumor, en algo que alguien contó, o simplemente en algo que se aparenta. “La gente no siempre ve las cosas como uno”, y justamente allí caen la diversidad de testimonios.
La película dura apenas poco más de una hora y es un retrato entretenido sobre una figura misteriosa, pero a medida que el relato va avanzando también lo hace su ritmo y su tono va mutando, derivando en un último tramo más lento y amargo, pero también más poético, que el resto del film. Modesto, sin muchas ambiciones (la puesta en escena es bastante simple y el mayor interés a nivel visual se genera desde las imágenes del bosque) y con un grupito de entrañables personajes, esta película logra la no fácil tarea de generar interés por un personaje que a la larga nunca sabremos si existe, nunca le veremos ni oiremos, aunque sí sabemos que está presente en el grupo de estos hombres que comparten sus historias y anécdotas al respecto del curioso outsider que vivía en el bosque. Porque a la larga, como otro de sus personajes dice, “Los humanos no podemos entender las cosas que no experimentamos”.