Ilse Fuskova

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

Ilse Fuskova es uno de los nombres más importantes de la historia del colectivo LGBTIQ+. Pero al principio fue distinto para esta mujer que hoy tiene 92 años y supo estar casada durante tres décadas con un hombre, hasta que terminó la relación para asumirse lesbiana. Lo que ocurrió desde entonces ocupa el centro de este documental, dirigido a cuatro manos por Liliana Furió y Lucas Santa Ana (Tango Queerido, El puto inolvidable, la historia de Carlos Jauregui), que llega a la cartelera luego de obtener una Mención Especial del Jurado en el Festival Asterisco.

Desde que asumió su lesbianismo, Fuskova emprendió una larga lucha por el reconocimiento de esas mujeres que para muchos eran “enfermas”, como testimonian los archivos televisivos de sus visitas a varios programas, con Almorzando con Mirtha Legrand como el más representativo. Fue, además, cofundadora de los Cuadernos de existencia lesbiana, autora de varios textos e impulsora junto a Carlos Jáuregui de la Primera Marcha del Orgullo en Argentina.

Nutrida principalmente de imágenes de archivo y testimonios de la protagonista, de quienes la conocieron y de referentes de los colectivos LGBTIQ+, Ilse Fuskova nunca esconde el carácter militante, de homenaje en vida, de su concepción. Es, sin embargo, una militancia entendida no como un levantamiento de banderas o consignas, sino como una manera de tratar de comprender lo ocurrido y, a partir de allí, dilucidar mejor las coordenadas del presente.

Porque Santa Ana y Furió no solo se centran en la esfera íntima de Ilse, sino también el contexto político y social que permitió los avances de las últimas décadas. Un documental biográfico en el que, sin embargo, resuenan con fuerza los ecos de la historia argentina del último medio siglo.