Vida y lucha de una activista histórica del feminismo y lesbianismo
El documental de Liliana Furió y Lucas Santa Ana recorre, con dulzura y riguroso archivo, la trayectoria de Ilse Fuskova, activista histórica del feminismo y del lesbianismo.
Ilse Fuskova, la nonagenaria protagonista del documental de Liliana Furió (que codirige Lucas Santa Ana), es parte fundamental de la historia del activismo LGBTIQ+ en Argentina. Feminista y revolucionaria, fue la primera voz en llegar a los medios masivos de comunicación para militar e instalar el lesbianismo como tema de interés y discusión en una sociedad aún no atravesada por los procesos deconstructivos. Con riguroso archivo periodístico, la voz de Ilse y de quienes la acompañaron en su vida, el filme se alza como un documento imprescindible para iluminar a las nuevas generaciones y seguir abriendo un camino de amor, lucha y diversidad.
La trama recorre la vida de Ilse Fuskova, una azafata que incursionó en el periodismo y en la fotografía, terminó con un matrimonio de tres décadas, se asumió lesbiana, se pronunció feminista en plena dictadura cívico militar y comenzó una vida de activismo. Ella y Claudina Marek (su gran amor por más de dos décadas) fueron precursoras de las marchas del Orgullo en Argentina y de los históricos Cuadernos de Existencia Lesbiana, publicaciones que ayudaron a generar lazos de contención y hermandad en momentos sociopolíticos opresivos.
El trabajo de Liliana Furió y Lucas Santa Ana inspira, está bien narrado y montado. Vale remarcar el temple y respeto de Fuskova en cada aparición televisiva (entre las que destacan un par de almuerzos con la retrógrada Mirtha Legrand), enfrentado dinosaurios fascistas, discursos arcaicos y poniendo el cuerpo y la cara para visibilizar la vida de un colectivo pateado por el sistema. Esas acciones lograron que años más tarde millones de argentinos LGBTIQ+ puedan gozar de los mismos derechos y reivindicaciones que cualquier persona heterosexual.
La derecha permanece agazapada, esperando para dar el zarpazo. Hoy, está representada en espacios que promueven el odio como Juntos por el Cambio o los libertarios encabezados por figuras como Javier Milei. Partiendo de este contexto, rescatar figuras como Ilse Fuskova y llevar su historia a la pantalla grande resulta un aporte indispensable para no volver a caer en baches de oscuridad y regresión social.