Debo reconocer que esperaba este documental. Viví en los 80’ la fiebre por la música nacional y Virus (más que Soda Stereo, en mi caso personal) marcó esos años de adolescencia.
Federico Moura siempre me pareció un revolucionario y estas “Imágenes Paganas” vienen a hacer justicia a ese gran ídolo del rock local. Sergio “Cucho” Constantino ya había hecho un interesante registro en “Buen día día”, siguiendo la trayectoria de Miguel Abuelo y ahora elige componer un retrato del alma mater de la banda, no tan convencional como lo esperable.
Para quienes no lo saben, Moura integraba una banda tremendamente popular con sus hermanos y tuvo la desgracia de ser una de las primeras víctimas del Sindrome de Inmuno Deficiencia Adquirida dentro del ambiente, lo cual derivó en su temprana muerte, dado que se tenían pocas herramientas para combatirla en ese entonces.
A los testimonios y cintas de archivo que aporta para graficar la estatura personal y musical de Federico Moura, le agrega un plus: Constantino juega con un personaje de ficción, femenino y fan de Virus, que seguirá los pasos del grupo y el descubrimiento de su propia sexualidad, como suerte de homenaje al poder del legado del prestigioso líder.
En ese sentido, “Imágenes paganas” se ocupa de dejar en claro que Virus (la banda) revolucionó la escena local y que el carácter andrógino y seductor de su front-man era mucho más que eso: estética y letras audaces (dentro de una sutil trama) para conducir a un grupo de platenses hacia el éxito en América Latina.
Un perfeccionista, profesional, transgresor y dueño de una personalidad magnética, sujeto que produjo un quiebre con su desaparición física y que extrañamos mucho... La cinta tiene una soundtrack excelente y una cuidada edición que la asemeja a esos especiales de VH1 que cada fin de semana vemos en el cable.
No están en presencia de uno de esos documentales esquemáticos en los cuales todo es previsible. El director sabe cómo activar en nosotros, un interés que se recrea en cada fragmento de canción que aparece en la pantalla.
El recorrido es ajustado y debemos reconocer que cuando termina, nos quedamos con ganas de más. Junto a “Aire de Chacarera”, de los mejores trabajos de este año en el género. Excelente.