La nueva historia sobre el maravilloso mundo del cine escrita y dirigida por Sam Mendes nos ubica en Inglaterra, en un pueblo, a principios de la década del 80’. Un lugar emblemático, el Cine "Imperio" frente al mar da comienzo a la acción que presenta a Hillary (Olivia Colman) como la encargada del lugar. Allí hay personas bien distintas: su jefe (Colin Firth) quien aprovecha su superioridad para someterla a sus necesidades sexuales, el amigable subdirector Neil (Tom Brooke), Janine (Hanna Onslow), y el proyectista (Toby Jones). Un día comienza a trabajar el joven y apuesto Stephen (Micheal Word) con quien Hillary se involucra fuertemente. El romance la ayuda a olvidar una enfermedad mental por la que está medicada. El juega su juego hasta cierto punto, pero en algún momento las cosas van a salirse de control. Lo mejor de “Imperio de Luz” es que visualmente es impactante, y el elenco es excelente. Y si hablamos de talento, Olivia Colman es una de las mejores actrices de su generación, una vez más demuestra con creces que eleva cualquier guion de manera auténtica y entrega un trabajo plagado de matices. Sólo por su actuación ya vale la pena ver la película.