Incomprendida (Incompresa) es el tercer largometraje de la actriz y directora Asia Argento (Scarlet Diva, The heart is deceitful above all things), que narra las vivencias de una niña de ocho años en un contexto muy particular.
Incomprendida
Italia, mediados de los 80. Aria (Giulia Salerno) es una niña de ocho años, hija de un actor de cine (Gabriel Garko) y una música (Charlotte Gainsburg), quienes a su vez tienen otras dos hijas. Aria es vista como una carga por sus padres, quienes sólo piensan en sacársela de encima cuando les causa algún tipo de molestia; es el chivo expiatorio de la familia, y su hermana y hermanastra tampoco ayudan a mejorar la situación. Pero no todo es cuesta abajo en la vida de Aria: se destaca en la escuela por su talento para la escritura y encuentra refugio en su mejor amiga y en Dac, un gato negro que encuentra en la calle que lleva consigo en sus reiteradas mudanzas de casa. La llegada de la pubertad, el despertar sexual se hacen presentes en la convulsionada vida de Aria.
Los 400 golpes al borde de un ataque de nervios
Se destaca el uso de la música en la película, interpretada en su mayor parte por The Penelopes, acompañando el gran contraste de emociones que atraviesa Aria. Giulia Salerno hace un trabajo excelente interpretando a la pequeña heroína punk que es Aria, sin desmerecer al resto del elenco, que entrega buenas actuaciones.
Incomprendida parece una hermosa combinación del Almodóvar de los 80 con Los 400 golpes de Truffaut. Colores saturados, las emociones a flor de piel y un registro muy acertado de cómo influyen en una niña de ocho años el contexto bohemio de sus padres artistas y su falta de cariño, como también la llegada de la pubertad, los ritos de iniciación y demás. Una niña que sufre la falta de comprensión y amor pero que a su vez no teme enfrentar las calles por su cuenta. Quizá hacia el final pierda un poco de potencia, pero es destacable las libertades que se toma Asia Argento para narrar.
Conclusión
Incomprendida es un melodrama en colores saturados con espíritu punk, con una pequeña protagonista que se pasea por los límites del quiebre emocional. Se lleva el mundo por delante, pero no deja de ser una niña buscando el amor de sus padres. Se nota un gran cariño de la directora por sus personajes, y mantiene un buen ritmo durante casi toda la película. La incomprendida del título pide a gritos que la vean (y la quieran).