Los riesgos de un amor infiel
La película recuerda a algunos films de la década del '80, a pesar de los giros originales.
Casi siempre se debe andar con cuidado cuando se cruzan el teatro y el cine, en este caso, a través de una pieza de Mario Diament. El riesgo está presente por tratarse de diferentes lenguajes que tensionan sus características con alto riesgo. Inevitable, en ese sentido, es un ejemplo atípico de esa relación, inclinada a describir a un matrimonio en crisis (él, empleado bancario; ella, psicoanalista), un escritor ciego que aconseja sentado en el banco de una plaza y una escultora del barrio de La Boca.
Desde ese cuarteto de personajes, a los que suman otros periféricos, como una paciente de la psicoanalista y la hija de la pareja, el director español Algora reflexiona sobre el amor, la infidelidad, el paso del tiempo, la rutina laboral y la posibilidad de romper con una monotonía y empezar una nueva vida. Inevitable, en sus momentos de interés, evita los clisés de una pareja burguesa en crisis, más aun cuando el guión decide narrar la historia de infidelidad del esposo (Grandinetti) con la escultora (Costa).
Allí, la película acomoda ciertas piezas dispersas que, a medida que transcurre el relato, irán conectando al ahora sexteto de personajes. Por su parte, los diálogos entre el marido en crisis y el escritor oráculo, bien expresados desde ambas interpretaciones, se sumergen en esa temible caja cerrada que caracteriza al teatro.
En esos instantes dialécticos, Inevitable recuerda a algunos films de la década del 80 contaminados –para mal– por el lenguaje teatral. Ese sistema narrativo, oscilante por sus subas y bajas, modificará su tono en el último segmento, revirtiendo una sexual historia de amor infiel hacia un relato de connotaciones criminales.
En ese costado oscuro que elige Inevitable para resolver su trama, seguramente procedente de la obra original, la película suma puntos, descreyendo definitivamente de su look de historia sobre pareja en crisis para meterse de lleno en las dificultades que puede ocasionar una infidelidad con sus buenos momentos de sexo y placer carnal.