A diez años de El Código Da Vinci, con guión de David Koepp (quien escribió la segunda parte, Ángeles y demonios, de 2009), Ron Howard revive al experto en criptología Richard Langdon, en una adaptación del tercer best-seller de la saga ideada y escrita por Dan Brown. Inferno sigue la travesía de Langdon (Tom Hanks) por diversas ciudades europeas, tras los pasos de un demente obsesionado con el Infierno del Dante, creador de una plaga que podría decodificarse con un grabado de Botticelli inspirado en ese segmento de La Divina Comedia. La trama arranca cuando un billonario megalómano, quien venía posteando videos en YouTube sobre la inminente llegada de una plaga, es acorralado y acaba arrojándose desde el famoso campanile de Giotto; seguidamente, Langdon despierta en Florencia con un disparo y sin saber cómo llegó a una guardia de esta ciudad, a escasos metros del mismísimo campanile. Esta vuelta acompañado por Felicity Jones como la doctora Sienna Brooks, Langdon atraviesa la historia menos compacta de la trilogía, si bien algunos efectos digitales (sus pesadillas) y las vistas de Florencia compensan, si se quiere parcialmente, las falencias del guión.