Ya con el título en castellano, sabemos a los que vamos. La típica película con innumerables vueltas de tuerca para sostener la tensión del espectador y sorprenderlo, no importa “como”. Según su director Víctor Garcia, la idea es suponer que transcurre en tiempo real, sin flashsbacks de distinta duración, cosa que se agradece. Todo transcurre en la habitación de un lujoso hotel en Aspen donde una mujer, Claire Forlani, planea pasar un fin de semana con su amante, Jake Abel. Toda la acción transcurre prácticamente en esa suite y la realización le escapa a lo claustrofóbico con elegancia, por lo menos hasta más de la mitad del film. Desde el comienzo se sospecha que las cosas no van a salir bien. Y esa pareja estará sometida a presiones, amenazas, instrucciones y sospechas que cambian el juego de roles. Más no conviene contar porque los giros son muchos y algunos sangrientos. El suspenso se mantiene y el entretenimiento se sostiene como puede con momentos increíbles.