Crítica de Infidelidad Mortal.
El filme dirigido por Víctor García peca en varios momentos pero logra su objetivo.
Joaquín Viloria Hace 7 días 0 50
Cuando se trata de un thriller, lo más importante es que tanto el guion, como las actuaciones, como la música, hagan que el espectador no se levante de la silla en ningún momento, jugando todo el tiempo con lo que puede pasar o no. Infidelidad Mortal, dirigida por el español Víctor García, tiene algunas fallas y elementos que podrían haberse ejecutado de mejor manera, pero si hay algo que logra a la perfección es generar suspenso.
An Affair to Die For ( 2019 ) - Palomitacas
El eje de la película es bastante simple: Holly (Claire Forlani) se escapa de su hogar con la excusa de una conferencia, para verse con su amante en un lujoso hotel en Aspen. Todo parecía ir bien, hasta que, al parecer, su esposo Russell (Titus Welliver) se entera de la infidelidad de su esposa, lo cual es el puntapié para que esa escapada se convierta en una verdadera estadía de terror.
A partir de ese momento la intensidad va a subir y subir, sin dar ni un respiro, con un juego tenebroso donde los únicos protagonistas en cámara son Holly y Everett (Jake Abel), que no pueden pedir ayuda a nadie porque, aparentemente, sus familias corren peligro. Sí es verdad que varias escenas se vuelven poco realistas, ya que los protagonistas podrían haber salido de ciertos problemas con soluciones bastante obvias, pero esas escenas quedan tapadas por la tensión y el misticismo que rodea a esta pareja de amantes.
En ningún momento es fácil adivinar quién es realmente el villano, quién es el que organizó minuciosamente esa estadía en el hotel para que tanto Holly como Everett se torturen a sí mismos y entre ellos. Los minutos pasan y las posibilidades de quién está detrás de todo van aumentando, y aunque cada descubrimiento del espectador parece ser totalmente revelador, aparece una nueva sorpresa que arruina la teoría.
No es el mejor thriller de la historia, tiene varios errores en el guion y algunas escenas forzadas, tampoco las actuaciones son para llevarse el Oscar, pero la realidad es que la cinta cumple el objetivo a la perfección: entretiene. No se estanca en ningún punto, no se queda en diálogos eternos ni en escenas cursis, va directo al grano y logra despistar con varios giros de trama para llegar decentemente al final.