Una nadadora en peligro
Infierno en la Tormenta (Crawl, 2019) es una película de cine catástrofe dirigida por Alexandre Aja y co-escrita por Michael y Shawn Rasmussen. Protagonizada por Kaya Scodelario (Skins, Maze Runner), el reparto se completa con Barry Pepper, Ross Anderson, Morfydd Clark, entre otros. El director también ocupó el rol de productor junto a Sam Raimi (Spider-Man 1, 2 y 3).
La historia se centra en Haley Keller (Kaya Scodelario), una nadadora profesional de la Universidad de Florida que acaba de perder en una competencia. Haley recibe un llamado de su hermana Beth (Morfydd Clark), la cual le pregunta si sabe algo sobre su padre ya que lo llamó en reiteradas ocasiones pero no recibió respuesta. Con un huracán de categoría 5 aproximándose y la advertencia por la televisión de que todas las personas deben ser evacuadas, Haley decide arriesgarse e ir de igual manera a chequear cómo está su papá (por más que últimamente haya estado distanciada de él). Sin tener ningún tipo de contestación al entrar en la casa, la búsqueda pasará al sótano. Allí no solo Haley encontrará a su padre herido sino que también descubrirá quiénes fueron los causantes del daño: unos grandes cocodrilos que aún continúan al acecho. En estas circunstancias muy poco alentadoras, Haley deberá utilizar toda su agilidad y rapidez para tratar de que tanto su padre como ella estén a salvo.
Atrapante, efectiva y muy entretenida, Infierno en la Tormenta tiene varios aspectos positivos que la hacen sobresalir dentro del género. Por empezar, los efectos utilizados para el despiadado huracán resultan completamente creíbles, logrando que ya desde un principio el espectador pueda sumergirse de lleno en la trama. El agua que sube cada vez más en menor tiempo, el viento, el cielo, el sonido de la incesante lluvia y la soledad de padre e hija en ese sótano hacen que el interés por la resolución del conflicto no decaiga. Por otro lado, los cocodrilos consiguen asustar ni bien aparecen en pantalla gracias al buen manejo de cámara, que tiene un correcto balance entre estar por debajo y arriba del agua además de que aprovecha al máximo las zonas más oscuras.
La tensión se mantiene debido a la violencia que presentan los animales a la hora de atacar. Éstos tienen altas ansias de alimento, lo que da por resultado un par de escenas sangrientas que ayudan a fomentar la sensación de pánico. No obstante durante la segunda mitad del filme las inconsistencias e inverosimilitudes del guión comienzan a aparecer, haciendo que ya uno no se crea demasiado lo que está viendo y se haga preguntas tales como cuántas mordidas de cocodrilo puede resistir un ser humano o cuánto se puede aguantar sin respirar bajo el agua. Además, existe algún que otro momento que se nota muy conveniente para que el relato avance (por ejemplo, que el sótano tenga agujeros en las paredes que permitan ver hacia el exterior para pedir ayuda o que la protagonista encuentre un revólver un minuto antes de que el cocodrilo abra su hocico para atacarla).
En cuanto a las actuaciones, Kaya Scodelario da todo de sí tanto física como emocionalmente, lo que genera que su personaje nos importe y temamos por su bienestar. Barry Pepper como su padre también otorga una buena interpretación, logrando una dinámica dupla con Scodelario en la que a medida que avanza la historia iremos dándonos cuenta de qué asperezas del pasado existen en su relación.
Con un buen trabajo actoral y una buena dirección, Infierno en la Tormenta cumple su cometido al poner nervioso al espectador y hacerlo saltar de la butaca aunque sea una vez. Sus falencias quedan bastante en el olvido una vez que te das cuenta lo bien que la pasaste en la oscuridad de la sala de cine.