Una mujer que sufre violencia. En el ámbito de una provincia, siendo su pareja un aspirante a un cargo político, María, cansada de un marido golpeador, decide escaparse y tener su hijo sola (está embarazada). Luego de un enfrentamiento violento se larga a la ruta para encontrar un espacio de libertad.
El filme de Alberto Romero elige un formato que engloba la fábula con componentes sociales y fantásticos, y el western. "Infierno grande" se desarrolla en la provincia de La Pampa, donde su heroína protagoniza una suerte de road movie en la búsqueda de un paraíso deseado pero imposible.
Un viaje que reafirma la línea de empoderamiento femenino, permite el encuentro de personajes acordes al tono fantástico que el director propone, más cercanos al estereotipo, y que de alguna manera remiten a ciertos relatos cinematográficos de Fernando Birri.
Así desfilan el vendedor oportunista, muy bien interpretado por Mario Alarcón; el misionero del carrito multiuso (bien Héctor Bordoni), o el chico de fantasmal aparición en distintos momentos del filme.
Con una innecesaria presencia de la voz en off, "Infierno grande", de buena factura formal, tiene una estupenda interpretación de Guadalupe Docampo ("Los nadies", "La sangre brota"), que sale airosa en un papel que demanda una presencia continua. Alberto Ajaka, en el rol de la pareja de María, muestra fuerza y convicción en un papel breve pero significativo. Destacable la fotografía de Tebbe Schonning que da el marco adecuado para que la tragedia se desarrolle.