Indudablemente esta película es una curiosidad. La historia pasa por un extra y a veces actor porno, Sergio Garcés, que se hizo popular cuando grabó un disco de covers de Serge Gainsbourg, pero que ya tiene cincuenta años, sigue trabajando de extra y viviendo como un adolescente. Con el escenario del Mundial del Fútbol de 2014 y un festival de cine independiente, una productora gusta de Sergio y logra una que otra vez atraparlo. Pero Sergio, un tanto reacio a la continuidad erótica de la simpática pero ya no tan joven productora, se resiste. Lo que pasa en un ascensor entre este personaje de pocas pulgas y un chico claustrofóbico acerca impensadamente a la pareja y pone efervescente el relato.
SURREALISTA
"Iniciales S.G." es una loca comedia negra muy bien construida, con picos de suspenso, momentos de novela negra y una música tan original como atractiva. Si la historia es original, el hallazgo del elenco ideal es otro punto a favor. Uno no termina de preguntarse de dónde sale el interés de estos directores treintañeros por Gainsbourg, un cantante y actor vanguardista, émulo de Vian, censurado por el Vaticano por sus canciones eróticas, pero de fama en los "60-"70, cuando ellos no habían nacido. No sabemos, pero que manejaron la inspiración con encanto y frescura es una realidad, por no hablar del elenco.
Nunca tan buen actor, al borde de continuos precipicios dramáticos, el gran Diego Peretti. Y qué comentar de la chaplinesca Julianne Nicholson, que parece salida de una comedia muda de Wes Anderson. Algunos intercambios de miradas y gestos con Peretti son inolvidables. Por no aludir a la barra que acompaña a Sergio Garcés y hasta el cameo del director Víctor Maytland (Sena para los conocidos), baluarte del cine porno argentino. Sin olvidar a Daniel Fanego como relator de una historia a lo Fontanarrosa.
También hay que destacar los covers de Gainsbourg con música de Rusansky y Andrés Ortega, más letras de Gianotti y Tomei.
Una curiosidad estética que pasa por el policial, la comedia loca, la música vintage y un capolavoro de Peretti, digno de disfrutar.