A Sergio Garcés (Diego Peretti) lo llaman "el francés", porque supo grabar covers en español de las canciones de Serge Gainsbourg. Pero de eso hace tiempo ya. El tipo, ahora, es un actor con trabajos esporádicos como extra y hasta en el porno. Fanático de la selección argentina (la acción sucede durante una copa del mundo), seductor, va por la vida con una actitud canchera, hasta que sufre un accidente en su bicicleta que le rompe la nariz, y acaso lo obliga a asumir la mala racha.
Iniciales S.G. es una película difícil de descifrar. Que se regodea en un protagonista neurótico con el que cuesta empatizar o que directamente cae mal. Con un argumento plagado de situaciones gratuitas, y bastante truculentas, que aparecen (y desaparecen) porque sí, mientras se burla, desde la voz en off de un relator (Daniel Fanego) de situaciones que tienen muy poca gracia, desde la humillación a las mujeres al suicidio o los festivales de cine a la Bafici. Con intención quizá de provocar, y a pesar del oficio de su protagonista -la mayor virtud de todo el asunto-, una película que juega con el cinismo, y hasta con la crueldad, con tan poca justificación que el resultado está más cerca de lo desagradable.