La imagen del I Ching da comienzo a la película. Centrado en primer plano, una voz en off narra el significado del oráculo milenario, que ha sido consultando por la protagonista antes de su viaje. La introducción, algo enigmática y sugestiva, anticipa el carácter místico que tendrá Inmortal, el nuevo trabajo del prestigioso director Fernando Spinner (La sonámbula, Adios querida Luna, Aballay, el hombre sin miedo, La boya).
Ana Lauzer (Belén Blanco) es fotógrafa y regresa a Buenos Aires, sólo para hacer unos trámites y volver a Roma, donde reside. Su llegada, la conecta al fallecimiento de su padre (Patricio Contreras) que tenía una imprenta junto a un socio, el doctor Benedetti (Daniel Fanego) un científico amante de la física cuántica, al que ella culpa por haber llevado el negocio a la quiebra. Mientras va de visita a la casa de Sara (Elvira Oneto), la esposa de su padre, va sacando fotos de la ciudad, hasta ver a un hombre idéntico a su padre. Esa imagen tan vívida, la lleva a investigar si lo que vio fue posible o sólo fruto de su imaginación. Los caminos para descubrir la verdad los encontrará con Benedetti, quien ha creado un mundo paralelo llamado Leteo, en el que los muertos y vivos pueden encontrarse. Un proyecto dirigido por Isadora (Analía Couceyro), una mujer peligrosa y poco confiable. Ana estará dispuesta a cruzar ese lumbral donde conocerá a Víctor (Daniel Velázquez), y ya nada será igual.
Presentada en la Competencia Oficial de Cine Fantástico del Festival de Stiges 2020, la película de Spinner ofrece un relato fantástico que habla sobre el amor y la muerte en un contexto distópico. Cine de género, como el que acostumbra a manejar, que se acerca a los orígenes de La sonámbula (1998) y Adiós querida Luna (2004).
Inmortal combina el registro cercano y realista de una Buenos Aires impresa en las fotos de Ana y en los lugares por donde se mueve, con la extrañeza de otra ciudad similar, pero construida en otra dimensión. Un escenario inanimado y solitario donde viven los muertos llamados “residentes”; sitio, donde la protagonista tomará el rol de una heroína aguerrida dispuesta a revivir el amor con su padre.
La estilización de la puesta en escena traduce los cambios anímicos que enfrenta Ana, embellecida por la composición de los encuadres; un rasgo característico del realizador, sumado al trabajo de los efectos visuales en diálogo constante con los distintos planos sonoros y musicales que la componen. Las imágenes no quedan libradas al azar, siempre hay una búsqueda constante de resignificación.
Inmortal logra mantener un clima enigmático y una atmósfera que se ajusta a las leyes del género. Junto a un gran elenco convocado, la película se permite reflexionar acerca de la existencia, la transformación espiritual y el amor, por sobre todas las cosas.
INMORTAL
Inmortal. Argentina, 2020.
Dirección: Fernando Spiner. Intérpretes: Belén Blanco, Daniel Fanego, Diego Velázquez, Analía Couceyro, Patricio Contreras y Elvira Onetto. Guion: Fernando Spiner, Eva Benito y Pablo De Santis. Fotografía: Claudio Beiza. Música: Natalia Spiner. Edición: Alejandro Parysow. Dirección de arte: Juan Mario Roust. Sonido: Sebastián González. Duración: 96 minutos.