En Inmortal, un rico empresario con cáncer terminal se somete a un procedimiento médico radical que consiste en transferir su conciencia a un cuerpo sano y joven. Al principio el hombre disfruta de su renovada juventud, pero todo se complica cuando empieza a descubrir los detalles en torno a la procedencia de su nuevo cuerpo.
Con una lejana inspiracion en la película Seconds de John Frankenheimer, es este un entretenimiento que no termina de convencer, actoralmente Ben Kingsley esta a años luz de Ryan Reynolds, un intérprete sin matices a quien se le dan mejor las escenas de acción. Buen montaje, excelente utilización de la música... Y poco más. Ciencia ficción recurrente con un final predecible.