Inmortales

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Mucha acción, pero de mitología nada

Las imágenes de este peplum mitológico por momentos son alucinantes, y tanto los efectos digitales como el 3D parecen estar diseñados especialmente para este tipo de film. Lamentablemente el guión no acompaña demasiado: aquellos que no sean muy duchos en mitología griega se sentirán bastante perdidos al intentar armar el rompecabezas de dioses y criaturas legendarias que propone «Inmortales». Pero lo grave es que aquellos que sí conocen algo sobre mitos griegos se sentirán aún más perdidos, ya que pensarán que los Inmortales del título tienen más que ver con la famosa pizzeria porteña que con cualquier cosa relativa a Zeus, el Olimpo, los titanes o el Minotauro, todos mezclados em una delirante ensalada griega que no tiene pies ni cabeza, aunque sí cabezas y miembros cortados a lo largo de toda la película porque, eso sí hay que reconocer, acción no falta.

Tampoco faltan buenas actuaciones, empezando por la de un Mickey Rourke tenebroso como nunca interpretando al malvado rey Hyperion, que busca un arco mágico que le podría dar el triunfo sobre Grecia, arma escondida en algún lado que sólo podría ver el ojo clarividente de la pitonisa virgen Fedra (Freida Pinto).

Entre otras cosas, el héroe Teseo (Henry Cavill), además de enfrentar al bestial Minotauro, se ocupará de terminar con las visiones y la virtud de la bella sibila (en una buena escena de amor y erotismo en un film donde hay poco Eros y mucho Tanatos).

Los fans del gore encontrarán que «Inmortales» tiene alegrías al por mayor, y como además actúa John Hurt como Zeus en su fachada humana, la película tiene muchas razones para ser recomendada, más allá de que el director publicitario Tarsem Singh sea todo ojos y poco cerebro, y que por más que les pese a sus productores, esto no sea «300».