Continúa la invasión de biografías en la cartelera de cine.
Esta semana llega a las salas la historia de Louis Zamperini, un atleta norteamericano que participó en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936.
Años después, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, el deportista se incorporó en el ejército y el 27 de mayo de 1943 el avión de combate que lo transportaba se estrelló en el Océano Pacífico.
Zamperini logró sobrevivir 47 días en una balsa hasta que fue capturado por los soldados japoneses. Durante el tiempo en que estuvo detenido en un campo de prisioneros, el atleta sufrió toda clase de torturas y abusos.
Su historia de superación personal es muy conmovedora y se hizo popular a nivel internacional con su libro de memorias, "Inquebrantable", publicado en el 2010.
La película que adapta esta historia es el segundo trabajo como realizadora de Angelina Jolie, quien presenta una enorme evolución como narradora luego de su soporífera ópera prima, In the Blood of Land and Honey (2011).
Un film que no pasó por los cines locales y desarrollaba una historia de amor en el marco de la Guerra de Bosnia.
En Inquebrantable se puede percibir cierta influencia del cine de Clint Eastwood, quien dirigió a Jolie hace unos años en El sustituto.
La película abre con una fabulosa secuencia de acción, que tiene lugar en la Segunda Guerra Mundial, y está impecablemente realizada.
En su rol de directora Angelina supo crear la atmósfera adecuada de tensión y suspenso para capturar la atención del espectador desde la primeras escenas. Algo que consigue perfectamente ya que el film luego se vuelve muy interesante por la odisea que vivió Louis Zamperini.
Desde los aspectos técnicos Inquebrantable sobresale también por la fotografía de Roger Deakins, clásico colaborador de los hermanos Coen, quienes fueron guionistas de esta producción. Su nominación al Oscar por esta labor está más que merecida.
El rol principal quedó a cargo de Jack O´Connell un actor que no era muy conocido y había aparecido en la primera entrega de 300, de Zack Snyder. Una curiosa elección de la directora.
En este film se destaca por su interpretación y seguramente en adelante lo veremos más seguido en papeles protagónicos.
Angelina Jolie hizo un gran trabajo en retratar el infierno que vivió Zamperini, pero cuando la película termina uno tiene la sensación que narró una historia incompleta y dejó afuera uno de los aspectos más importantes de este relato.
En esta cuestión también tuvieron una gran responsabilidad los hermanos Coen como guionistas.
Inquebrantable se enfoca demasiado en la violencia y el sadismo de las torturas que vivió el soldado norteamericano con algunos momentos que parecen inspirados por La pasión de Cristo, de Mel Gibson.
Ahora bien, la historia de Zamperini no fue importante por la cantidad de golpes que recibió sino por el espíritu que tuvo para superar todos esos tormentos en los años posteriores.
Su experiencia es inspiradora por la manera en que logró salir adelante en la vida y esta cuestión quedó completamente ausente en la película de Jolie. Ese es un gran punto débil que tiene en mi opinión esta producción.
Durante los créditos finales se explica en varios textos los hechos que vivió Zamperini luego de la guerra pero el film nunca llega a cubrir esos temas que fueron muy importantes en esta biografía.
Si bien Inquebrantable tiene sus méritos artísticos no consiguió hacerle justicia a una interesante historia de vida que va más allá de los tormentos que sufrió el protagonista.