nueva película de Ethan y Joel Coen, protagonizada por Oscar Isaac, Carey Mulligan y Justin Timberlake, retrata las desventuras de Llewyn Davis, un cantante de folk de la escena musical de Greenwich Village, a principios de la década del 60
Inside Llewyn Davis
Corre el año 1961, Llewyn Davis es un cantante de folk de la escena musical de Greenwich Village. Formaba parte de un dúo, pero ahora se desempeña a duras penas como solista. Anda con su guitarra de casa en casa, vive de prestado y con lo justo, cada día amanece en una casa distinta. Mientras tanto, va de un lado a otro con el disco que grabó – casualmente titulado Inside Llewyn Davis– esperando que su carrera dé un salto. Nada parece salir bien para el protagonista, quien va de fracaso en fracaso. Su ex novia Carey Mulligan lo detesta, cada vez tiene menos amigos a quienes pedirles una mano. Una audición en Chicago puede cambiar el rumbo de su carrera. Un gato naranja (que no es de él) es su compañero de viajes y demás desventuras.
El viaje increíble
Quizá sea una estupidez lo que voy a decir, pero me gustó que la película parece de otra época, como si la hubieran hecho hace treintipico de años, hay un no sé qué que para mí la hace muy distinta a las películas de ahora. Los hermanos Coen tienen una gracia, un estilo para mostrar las desventuras y los fracasos de Llewyn que se sale de lo común. A Llewyn todo le sale mal, se va quedando sin amigos, pero es imposible no querer bancarlo, prestarle nuestro sillón para que se quede una noche.
La sencillez la película se hace presente en su fotografía. Los tonos lavados y fríos de la película acompañan el relato del invierno más frío y duro que le toca vivir al músico, repleto de hastío y fracasos, tanto en lo profesional como en su vida personal. El elenco está impecable. Oscar Isaac, Carey Mulligan, Justin Timberlake, John Goodman y Adam Driver (a quien cada día quiero más) aportan sólidas interpretaciones. El gato naranja también brilla en la pantalla, casi que podemos entender lo que está pensando. No faltan los guiños a la movida cultural de Greenwich Village de principios de los 60. Y el final es perfecto (claramente no adelanto nada diciendo esto).
Conclusión
Inside Llewyn Davis: Balada de un Hombre Común es una película sencilla y preciosa. Creo que resalta justamente por lo atípica que es. Los hermanos Coen me siguen sorprendiendo, para bien por supuesto. Es una película pareja en todos sus aspectos, con un elenco formidable, un relato singular y visualmente prolijísima, no tengo nada que achacarle. A pesar de que nos cuenta una historia dura, repleta de hastío y desencanto, el film genera un clima hermoso, que deja al espectador con una sonrisa al final. Joel y Ethan Coen lo han hecho de nuevo.