“Insurgente”, notoria búsqueda de atención de un nuevo público
El cierre de la cinta no es el del libro y, en un punto, la espontaneidad que expone contradice la cosmovisión de estos seres, acostumbrados a vivir en acuerdo con un mundo dado.
La película Insurgente, inspirada en el segundo libro de la saga juvenil Divergente escrita por Verónica Roth, llega a las pantallas con nueva dirección y pluma, procurando captar la atención de los fans y no tanto de la serie literaria usualmente comparada con Los juegos del hambre, tanto en libros como en sus versiones cinematográficas.
Esta entrega de Divergente encuentra a Tris Prior, su hermano Caleb -integrante de la facción Erudición-, Peter-antagonista de Tris- y Four -novio de la protagonista- refugiados entre los miembros de Cordialidad, mientras reúnen fuerzas para reunirse con sus compañeros de Osadía y organizarse para matar a Jeanine, la líder de la nación construida hace ya 200 años sobre las ruinas de una Chicago post apocalíptica.
Aunque el Consejo creó este sistema de facciones para asegurar la paz y seguridad, Abnegación pereció en el primer capítulo a manos de las propias autoridades y Verdad parece no tener clara consciencia de quién debe administrar justicia en ese contexto.
Tris y Four son fugitivos perseguidos por Jeanine y entre el caos exterior y los conflictos internos de su facción, saben que no les será sencillo descubrir por qué los padres de Tris sacrificaron sus vidas.
En el camino este grupo de Insurgentes se cruzará con los sin-Facción, tan amenazantes para Jeanine como los Divergentes y, seguramente, muy útiles en esta guerra por el futuro de los pocos humanos sobrevivientes.
El relato en pantalla produce cambios que algunos rechazarán, pero para el común de los no lectores no serán relevantes.
Sí -y a diferencia de Los juegos del hambre-, Divergente no tuvo en su debut en cines el suceso ni la recaudación esperados. La similitud de historias que saturan el mercado, el carisma de los protagonistas y el conocimiento sobre la fidelidad a los libros que corre como reguero por las redes virtuales se han barajado.
El hecho es que se esperaba de Insurgente que cambiara la historia de la franquicia pero en los Estados Unidos no lo ha hecho hasta ahora, aunque sí tuvo una mejor aceptación en otros países, incluidos los de Latinoamérica.
Ocurre que el espectáculo no es para nada despreciable si se siguen tolerando argumentos acerca de luchas de grupos de jóvenes en un futuro distópico y contra un régimen opresor, que oculta verdades latentes bajo su ambición de perpetrarse en el poder.
Acción la hay, mucha e intensa; con escenarios muy posibles y efectos bien construidos y la trama goza de momentos interesantes. Descubrir, por ejemplo, las capas de Jeanine y el por qué actúan como lo hace es un detalle a atender y esperar.
El cierre de la cinta no es el del libro y, en un punto, la espontaneidad que expone contradice la cosmovisión de estos seres acostumbrados a vivir en acuerdo con un mundo dado desde antes de su nacimiento, y resulta poco creíble.
Aún resta la adaptación de Allegiant, prometida para 2016. Quizás, en el conjunto, todo adquiera mayor sentido.