El camino a la adultez puede estar lleno de baches y el de Riley no es la excepción, ella es desarraigada de su ciudad natal cuando su padre comienza un nuevo trabajo en San Francisco. Como todos nosotros, Riley está guiada por sus emociones. Las emociones viven en Headquarters, el centro de control de la mente de Riley, desde donde la asesoran en su vida cotidiana. Mientras Riley y sus emociones se esfuerzan por adaptarse a una nueva vida en San Francisco, la confusión y la ansiedad se apoderan de Headquarters. Aunque Joy, la emoción principal y más importante de Riley, trata de mantener las cosas positivas, las emociones entran en conflicto sobre cuál es la mejor manera de navegar por una nueva ciudad, casa y escuela.