Hay una constante en el cine de Christopher Nolan: Todo lo espectacular que logra crear mediante las imágenes lo arruina con palabras, explicaciones, y argumentaciones que pone en boca de los personajes. Particularmente no me gustan las producciones en las que los personajes se ven obligados a explicar lo que pasa en la narración.
Nadie duda de la capacidad visual de Nolan para generar imágenes impactantes, pero esto no quita que objetemos la verbosidad que despliega mediante quienes protagonizan las acciones. Esta particularidad no sólo se aprecia en “Interestelar”, pues ya en “Memento” (2000), “El gran truco” (2006), “El origen” (2010), o la última Batman, se lo observaba, como si desconfiara de la inteligencia del espectador, por ende no narrar a través de lo que se ve sino mediante lo que se dice. Sumémosle a ello que Nolan recarga los diálogos con una trascendencia demasiado solemne, buscando transmitir ideas importantes con tono grave y enfático, para lo que se vale de elementos de la puesta en escena que hacen resaltar lo “importante”. Con sólo escuchar los acordes de la música compuesta por Hans Zimmer nos damos cuenta qué es lo que busca expresarnos.
Pasando a la historia. “Interestelar” narra las vivencias de un grupo de científicos que tiene la misión de hallar un planeta que reúna las condiciones necesarias para que sea habitable por “nosotros” ante el inminente colapso del planeta Tierra. El nudo central gira en torno al personaje interpretado por Matthew McConaughey, que encabeza dicha misión, quien se enfrenta con la resistencia de su hija, quien no acepta que su padre emprenda semejante aventura. Sin duda lo emocional del relato va atado al sacrifico que el protagonista debe afrontar, de esta manera surgen preguntas sobre qué es más importante: salvar la raza humana o quedarse con su familia.
Por otra parte, aplicando una dosis de benevolencia hacia Nolan, vale reconocer que la primera parte es bastante entretenida, al menos hasta el momento del despegue. Casi como algo paradójico, cuando la nave inicia la misión a otras galaxias parece que la narración no despega, sino que derrapa.
En “Interestelar”, Nolan tiene una necesidad abarcativa tan grande como la mismísima galaxia que los tripulantes de la nave Endurance atraviesan. Ya en “El origen” nos introducía en un laberinto no espacial y temporal con giros narrativos caprichosos. En esta realización es aún más ambicioso y aparecen elementos new age, filosóficos, e incluso introduce espacios atemporales con ¡cinco dimensiones!!!
Lo más significante es que todo este menjunge debe explicarse casi como una enciclopedia. “Interestelar” debería proyectarse con la pista de audio del comentario del director que viene en los extras de las ediciones en dvd o bluray, ya que sería una buena manera de reforzar todo aquello que Nolan quiere remarcarnos.