Interestelar

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Dentro del cine de ciencia ficción la exploración del espacio ha sido la temática más trabajada de este género.
El productor George Pal fue el pionero en presentar la primera película que incluyó contenidos científicos reales en Destination Moon (1950). La historia de unos astronautas que llegaban a instalarse en la Luna y luego descubrían que no tenían el combustible necesario para volver a la Tierra.
Arthur C. Clarke y Stanley Kubrick más tarde se encargaron de levantar la apuesta y brindaron una de las grandes obras maestras del cine como fue 2001: Odisea en el espacio (1968). Desde entonces surgieron centenares de producciones que se refieren a los esfuerzos del hombre por investigar y descubrir otro mundos.
El director Christopher Nolan ofrece un gran aporte a este tema con Interestelar, la película más ambiciosa y sentimental de su filmografía.
Un proyecto que fue concebido originalmente por el físico Kip Thorne, quien fue colaborador de Robert Zemeckis en Contacto (1997). La trama trabaja todos los tópicos que siempre apasionaron a Thorne como la relatividad, la gravitación y los agujeros negros.
Una de las grandes virtudes de esta producción es que transmite conceptos científicos complejos con mucha simplicidad, algo que es muy difícil de hacer. Este es un enorme mérito de los hermanos Nolan como guionistas.
Si bien Interestelar tiene referencias a 2001 de Kubrick y Solaris (1972), de Andrei Tarkovsky, el espíritu de la película está más en sintonía con "Las crónicas marcianas" de Ray Bradbury.
Hay misiones espaciales, peligros y debates científicos, pero el corazón de la trama reside en la relación padre e hija que se desarrolla entre los personajes principales.
Ningún otro proyecto de este realizador le había dado tanta prioridad a los vínculos sentimentales en el argumento y esto contribuyó a que el film se destaque como una propuesta especial dentro de su filmografía.
El primer acto de la película es genial y Nolan hizo un gran trabajo con la presentación del futuro distópico donde se desarrolla la historia y la vida familiar del protagonista. Durante la primera media hora se establece el tono emocional que tendrá la trama hasta el final.
Cuando comienza la misión espacial, Interestelar se vuelve fascinante desde los aspectos visuales. Finalmente llega el momento donde nos encontramos con todos esos elementos que muchos espectadores adoramos del cine de Nolan.
La fotografía de Hoyte van Hoytema (Her), el sonido, la música de Hans Zimmer, esas tomas imponentes del director que retratan la inmensidad del espacio, los diseños de la naves; una auténtica celebración del cine de ciencia ficción.
Matthew McConaughey se carga la película al hombro y es el actor más destacado del reparto junto con Jessica Chastain. Por otra parte, Anne Hathaway y el resto del elenco brindan interpretaciones correctas dentro de las limitaciones que presentaban sus personajes.
La película viene bárbara hasta que los protagonistas llegan a otro planeta. No voy adelantar cosas de la historia pero me parece que ahí se produce la bisagra.
A partir de ese momento esta producción se vuelve más extraña.
El giro con espíritu Shyamalan que tiene la trama en los últimos 15 minutos ya dividió a la prensa en todo el mundo y seguramente ocurrirá con los espectadores.
En lo personal no me disgustó el clímax de conflicto, pero sentí que pertenecía a otra película y no estaba en sintonía con el relato que se había construido durante dos horas y media.
Ahora bien, esta objeción que se le puede hacer al final no tira abajo todo el gran trabajo que hizo Nolan. Algunas ideas tal vez funcionaron mejor que otras, pero en general logró brindar una historia épica de ciencia ficción que sobresale por la humanidad de sus personajes y los temas que aborda.
Después vendrán las discusiones a la salida del cine.
Mientras tanto tenemos disponible en la cartelera una muy buena película que merece su recomendación.