El último trabajo de Gastón Solnicki se mostrará en el Malba los sábados a las 20hs con la presencia del realizador en la presentación y dispuesto a responder preguntas al terminar la proyección. Una gran oportunidad para estar en contacto con un director talentoso y personal que en este caso ha creado un film sobre un amigo que murió, Hans Hurch, que entre 1997 y 2017 fue el encargado de dirigir el Festival Internacional de cine de Viena, la Viennale, uno de los pocos festivales de renombre que apostaban al cine más experimental y alternativo, y siempre tenía. además, un hueco para el cine de la época dorada de Hollywood. No se trata de un documental o de un homenaje más, sino un recorrido por Viena en busca de lo que nos queda cuando la muerte nos deja más solos y queremos reconstruir, asir, recuperar, reflexionar sobre las hilachas de recuerdos que nos quedan. Y en una búsqueda personal y amorosa, ese camino se construye con lo inasible, los gustos, los objetos, los momentos vividos, la conversación grabada, las postales recibidas, las costumbres, los pequeños y grandes indicios que permanecen. El propio director es protagonista de ese itinerario de sueños y convicciones, vivencias y toques de humor, conciertos, cuadros, tacitas, telas. Nunca cae en la melancolía y si en la valoración y para muchos el verdadero descubrimiento de un hombre como Hurch. Una ciudad con un pasado imperial, con una historia de otro esplendor y horrores de guerra, sus costumbres y celebraciones. Da placer cada encuadre, cada idea, cada puente tendido. Otro lujo:la fotografía a cargo de Rui Poças.