"Explosiones y no pretensiones"
El joven realizador sudafricano Jonathan Liebesman regresó a la pantalla grande con “Batalla: Los Ángeles“, un film bélico con tintes de ciencia ficción que no pasará a los cánones del cine, pero que entretiene y de gran forma en sus casi dos horas de duración.
Pese a contar con algunos clichés básicos del genero bélico, como ser las enemistades entre los miembros del grupo, un capitán inseguro liderando soldados demasiados jóvenes para la batalla y muchísimos sacrificios heroicos, la película es brutalmente honesta desde el arranque: hagan lo que hagan, estos soldados no van a salvar a todo el mundo de semejante invasión extraterrestre.
A medida que avanza el film la cámara se vuelve únicamente testigo del accionar de un pelotón de soldados, dejando fuera de nuestro alcance muchos detalles de la invasión. Y en ese plano reducido de acción en el que se desenvuelven nuestros protagonistas, donde reinan la incertidumbre y la desolación, es donde reside lo mejor que tiene para ofrecer esta propuesta.
Minimizar el marco sobre el que se centra la cámara le da a muchísimo respaldo a esta producción que aspira todo el tiempo a contar una historia chica dentro de un contexto demasiado grande con un presupuesto inferior a los 90 millones de dolares (cifra relativamente baja para el género).
Filmada al mejor estilo cinema vérité, con cámara al hombro y siguiendo a unos pocos personajes, “Invasión del mundo: Batalla Los Ángeles” ofrece escenas de acción cargadas de vertiginosidad que mantienen al espectador atornillado a la butaca.
En el plano visual, el trabajo es impecable. Lo mismo se puede decir de lo realizado con el sonido y la edición del mismo (más una banda sonora de proporciones épicas como la compuesta por Brian Tyler), ya que son aspectos claves para películas bélicas como esta.
La experiencia de este film en el cine es, fue y será soberbia desde el punto de vista técnico. “Batalla: Los Ángeles” es de las películas que, sin dudas, merecen ser disfrutadas dentro de una sala de cine gracias a escenas como la del aterrizaje de la flota de helicópteros en la ciudad.
Quizás el punto más flojo del film radica en un trabajo de elenco bastante pobre, que salvo por Aaron Eckhart, tiene poco para ofrecer. Pero vamos a ser sinceros; ¿Qué es lo que buscamos en películas de este tipo?
“Batalla: Los Ángeles” es una gran apuesta, que sin dudas podría haber dado para muchísimo más, pero al fin de cuentas ofrece un producto redondo, bastante honesto con sus pretensiones y lejisimos de ser aburrido.
Para aquellos que disfrutan del cine bélico, aquí hay una muy buena opción que no deberían dejar pasar.