El Género que no podía Morir
Finalmente se estrena el film surcoreano Train to Busan, bajo el título injustamente impersonal de Invasión Zombie, probablemente una de las mejores películas del 2016 y una de las mejores de este subgénero.
Invasión Zombie se propone como cierre conceptual tanto al cine zombie como al cine fantástico surcoreano, retomando y reformulando algunos de sus tópicos estructurales. En esa búsqueda termina consolidándose como un hito, una posta, que obliga a los films posteriores que quieran superarla a retomar para apropiársela. Por supuesto, para que esta apropiación funcione es necesario que se atraviese el camino instalado. Cuando hablamos de géneros estos recorridos siempre dialogan con los films fundacionales y ahí están White Zombie (Victor Halperin- 1932) y La Noche de los Muertos Vivos (George Romero- 1968) presentes en Invasión Zombie como codificación de un punto de vista político del mundo. Por supuesto, su director Sang-ho Yeon sabe perfectamente que primero tiene que crear un relato epidérmico sin perder de vista las demandas del mainstream. Es por eso que Invasión Zombie es puro espectáculo y diversión. Pero también es más que eso.
En Invasión Zombie tenemos un tren que no puede detenerse porque el exterior está siendo tomado poco a poco por una masa de cuerpos convertidos en zombis. Acá los infectados son retratados con la contundencia de una fuerza natural. En la era de las corporaciones, lo monstruoso cada vez está más lejos de las características humanas y como contraparte a esa otredad, Sang-ho Yeon se toma el tiempo construir personajes complejos, contradictorios y queribles. Esta decisión la distancia de Snowpiercer (Bong Joon Ho- 2013) que necesita contar su posición política a los gritos por tener personajes maquetados y unidimensionales. Es por eso que a diferencia de los personajes de Snowpiercer, los de Invasión Zombie tienen todavía capacidad de abandonar brevemente ese tren que es el mundo y explorar su humanidad por fuera (nótese hay una gran diferencia en las relaciones dentro y fuera del tren).
Invasión Zombie es, sin dudas, uno de los estrenos del año.
La figura paterna es eje del conflicto al igual que en The Host (Bong Joon Ho- 2006) y gran parte de la nueva cinematografía fantástica surcoreana. La importancia de estas figuras como representación histórica del país toma nuevos rumbos en Invasión Zombie que la descentraliza y fragmenta en múltiples personajes haciéndolos recorrer caminos posibles como jugando a “que hubiera sucedido si…”. Para no adelantar partes importantes de la trama no voy a trazar esos recorridos ni a analizar donde termina cada uno. Esas cosas van a encontrarse seguramente en una segunda mirada al film ya que este realmente lo merece.
Invasión Zombie es una experiencia poco común en el cine actual, por lo que narra y como lo narra y por ser un film proveniente de una tierra de la que no tenemos posibilidad de ver muchos exponentes en nuestras carteleras. Sin dudas, uno de los estrenos del año.