“Train to Busan” comienza con Seok-Woo (Yoo Gong), un workaholic que por más que intente compensar a su hija por todas sus falencias, no lo logra. Es por eso que decide, en el día del cumpleaños de la pequeña, llevarla a Busan con su madre. Sin embargo, las circunstancias en Corea cambian a partir de un brote de infectados sin causa aparente y los protagonistas, junto a otras personas, se verán atrapados en el tren con destino a Busan.
Las películas y/o series de zombies son moneda corriente en la actualidad, y es por eso que a veces es difícil encontrarle una vuelta de tuerca a estas historias y hacer algo original. Pero Sang-ho Yeon en “Train to Busan” logra justamente esto: contar un relato donde los zombies son solamente una excusa para contextualizar una situación mucho más profunda, la transformación de un padre al que le importa más el trabajo que la familia y que en esta emergencia deberá cuidar a su pequeña a toda costa.
De esta manera, nos encontramos frente a un relato que no solo genera una sensación de terror y suspenso, sino que logra conmover a partir de las relaciones humanas y las acciones que deberá tomar cada individuo en ese tren para salvar a otro o salvarse a sí mismo.
“Train to Busan” se caracteriza por ser un film en constante movimiento que no baja su ritmo ni por un momento. Incluso cuando parece que la situación puede llegar a calmarse, ocurre algo que viene a reactivar la acción.
El hecho de que la locación sea prácticamente una sola también viene a acompañar esa sensación de agobio, encierro y tensión que viven los personajes, generando empatía con ellos.
Por otro lado, la película no es para nada predecible. Cualquier cosa puede pasarle a cualquier personaje, independientemente de si es el protagonista o un secundario insignificante. Existen varios giros sorprendentes que hace que esta imprevisibilidad se pueda cumplir.
En resumen, “Train to Busan” es una historia original y renovadora dentro del género, que no solo cumple con el objetivo de generar terror, suspenso y sorpresa, sino que logra conmover al espectador a partir de sus personajes humanos y atractivos. Con un ritmo frenético y un relato imprevisible, desde Corea nos llega una cinta que nadie debería dejar de ver.
Puntaje: 4,5/5