Invasión

Crítica de Martín Chiavarino - A Sala Llena

Las cicatrices del canal.

El director Abner Benaim emprende en Invasión un intento de reconstrucción de la memoria de la incursión militar de Estados Unidos a Panamá en diciembre de 1989, a partir de entrevistas y representaciones de escenas trágicas de la invasión que según las Fuerzas Armadas norteamericanas costaron la vida de 250 personas y según organismos de Derechos Humanos tuvo como víctimas fatales a 7000 almas.

Tras la dudosa muerte en un accidente aéreo del líder máximo de la Revolución Panameña Omar Torrijos en 1981, dos años después de la firma del tratado con el presidente norteamericano Jimmy Carter para transferir el control del Canal de Panamá en el año 2000 al gobierno panameño, el General Manuel Noriega se hizo con el poder civil y militar en el país. La inicial complicidad del gobierno de Ronald Reagan se tornó en oposición que finalmente concluyó en sanciones y en el congelamiento de la asistencia económica y militar tras las violaciones a los Derechos Humanos más básicos ocurridas durante la Marcha Civilista en junio de 1987 contra Noriega. La operación Causa Justa que derrocó a Noriega fue una incursión militar del ejército norteamericano ordenada por el presidente George Bush para eliminar a su ex informante y aliado, quien había contribuido activamente durante décadas en el combate a las guerrillas en América Central.

El documental de Benaim recurre a entrevistas a personajes célebres como el músico y actor Rubén Blades y el ex boxeador Roberto Durán, y a distintos ciudadanos y allegados a Noriega que relatan sus experiencias en medio de las batallas callejeras. De esta forma, Invasión reabre una herida que nunca había sanado y que sigue dividiendo a la sociedad panameña, poniendo el debate entre el nacionalismo, el imperialismo y la memoria, y colocando en el centro de la escena a la discusión sobre el futuro del país.

Al enfrentarse al dolor de las víctimas y los familiares, Invasión lleva la cámara hasta la identidad misma de Panamá a través de los testimonios de sus ciudadanos, pero además intenta encontrar una respuesta en torno a la imposibilidad de una reconstrucción de los acontecimientos, mirando por el ojo de la cámara hacia el propio intento de buscar respuestas. Mediante la mirada de la calle, el film construye una hermenéutica de la introspección histórica y política de la actualidad y del pasado panameño que no solo da como resultado la perspectiva de las disputas actuales del país, sino que abre la pregunta sobre las formas documentales de abordaje y construcción de la memoria micropolítica de sus ciudadanos.