Invisible

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

El segundo largometraje de Pablo Giorgelli, después de la premiada Las Acacias, es un drama sobre una adolescente de clase media que enfrenta la decisión de su vida en un entorno hostil que la coloca entre la espada y la pared.

Invisible retrata los días de Ely -Mora Arenillas-, una chica de 17 años, de mirada triste y ausente, que está en la etapa final del colegio secundario mientras trabaja como empleada de una veterinaria y ayuda a su madre -Mara Bestelli- que atraviesa una crisis depresiva y permanece recluída en su departamento después de perder su trabajo.

Entre viajes en colectivo, el deseo irrefrenable de las comidas y los silencios que cobran una dimensión dramática ante lo "no dicho", el director muestra la rutinaria existencia de Ely que cambia drásticamente cuando queda embarazada del hijo -Diego Cremonesi- del dueño de la veterinaria, un hombre casado.

La historia está narrada de manera parsimoniosa, con ausencia de música y en la que prevalece la mirada de la joven protagonista ante las decisiones que deberá tomar en esta historia cuyo estreno coincide con el debate sobre la legalización del aborto.

En el contraste del ambiente cotidiano y conocido -la casa, el colegio, su amiga- y otro que se muestra amenazante -la clínica donde es enviada por su compañero de la veterinaria y que concentra la tensión de la espera-, el relato transcurre de manera sutil, sin estridencias y con Arenillas como la joven intérprete sobre la que descansa el peso de esta historia cargada de soledad, angustia e inseguridades a flor de piel.