Invitacion de Boda es una comedia en donde la realizadora palestina Anne Marie Jacir retrata a través de la vida familiar los problemas culturales y sociales del pueblo palestino. Un padre arraigado a las viejas tradiciones se confronta con un hijo cuarentón, arquitecto, que vive en Roma y viene con todos los vicios de la ciudad cosmopolita. La reunión se da en torno a la boda de la hermana menor.
Padre e hijo deben entregar las invitaciones a todo el círculo familiar: el reencuentro con los viejos y la gracia que deriva de ello construyen un panorama cómico, espontáneo que resalta lo mejor y lo peor de la vida en familia. Wajib (asi su nombre original) es graciosa, pero también describe una situación social complicada y esto es interesante, porque el vínculo de familia nos acerca y nos hace conocer un mundo y una cultura diferente.
Mohammad Bakri interpreta a Abu Shadi, el padre, que se posciona como el “contrera” de un hijo marrano que ha decidió viajar por el mundo y alejarse de la tradición familiar. Bakri es un actorazo y construye un personaje gracioso, ácido que se pasea con frases irónicas y chicanas para con su hijo. El vodevil le da a la comedia un espacio de improvisación que resulta jocoso. Padre e hijo suben y bajan por los diminutos pasillos de Nazaret, pero también lo hacen por las emociones del encuentro.
El viejo profesor universitario se confronta con su hijo “profesional” crítico absoluto de la pugna sociopolítica de la franja y el padre, un caudillo nacionalista, le hace frente con humor. Lo genial de Wajib es que es una película sincera en donde la gracia deviene absolutamente de la riña: padre e hijos pelean, pero inmediatamente, y ahí esta otro punto a favor en la película, acompañan a la hija que se va a casar a probarse el vestido de casamiento y se sientan frente a ella como dos tias encantadas, dejando el rencor. La contienda en ese momento se transforma en ternura. Invitación de Boda ganó el galardón como Mejor Película en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.