Cuidado con lo que buscas...
Michael King (Shane Johnson) es un documentalista que no cree en dios ni en el demonio. Luego de la muerte de su esposa, decide filmar un documental sobre religiones y cultos para demostrar que nada de eso es real. Para este propósito entrevistará a chamanes, demonólogos y otros seguidores del ocultismo, para que practiquen en él hechizos e invocaciones.
Así, utilizándose a sí mismo como conejillo de indias, se filma día y noche, hablándole a la cámara de forma arrogante, y burlándose de clichés y costumbres satánicas.
Pero como era de esperarse, cosas extrañas comienzan a suceder. Lo que al principio podrían ser coincidencias, o casualidades, con el tiempo se convierten en signos claros de que algo pasa. Todo aquello en lo que no creía comienza a suceder, no es su inconsciente, y el agnóstico documentalista devenido en satanista practicante se ve asediado por demonios día y noche, poniendo no solo su vida en peligro sino también la de su hermana y su hija.
El protagonista queda envuelto en una pesadilla que él mismo provocó y no sabe como resolver, en el medio de ese dilema el clima se vuelve no solo atemorizante sino también claustrofóbico; encerrado en su casa y frente a la cámara, deberá primero aceptar que todo lo que ha negado es posible, y luego deberá tratar de sacarse de encima a un demonio molesto.
El director David Jung crea en este, su primer filme, una atmósfera interesante, intimista, que logra reflejar la mente confundida y atormentada del protagonista, sostiene la duda hasta que la verdad nos estalla en la cara, y el demonio hace de las suyas dentro de la casa, volviendo loco al protagonista. Es allí donde la película se vuelve predecible y cae en varios lugares comunes del género: sustos forzados, cámaras con interferencias extrañas, convulsiones y estallidos de sonido, sumados a algunas escenas sangrientas de esas en las que el director se regodea filmándolas en primer plano.
Shane Johnson soporta dignamente todo el peso de la historia sobre sus espaldas, ya que durante casi todo la película se encuentra en primer plano o hablándole a la cámara, además de sufrir toda clase de torturas demoníaca;, y sale airoso de la situación, con una actuación más que correcta para este tipo de filmes.
Estamos ante una nueva película del subgénero de terror found footage, que luego de un comienzo interesante se convierte en una más de la lista.