Con un fierro
Es difícil superar el suceso de la primera entrega de Iron Man. Una segunda parte debe necesariamente ocuparse de aquellas cosas que en la anterior se insinuaban, profundizar ciertas líneas del guión y sumar nuevos desafíos para nuestro héroe, todo sin bajar el umbral de calidad. Ahora Tony Stark (Robert Downey Jr.) debe lidiar con el envenenamiento que causa en su cuerpo el núcleo que le da energía, con un senador que pretende confiscarle la armadura y, para peor, con un ruso deseoso de venganza que es capaz de reproducir la tecnología que da poder al hombre de hierro.
Con un ritmo menos trepidante que el de su antecesora, pero con buenas dosis de acción, "Iron Man 2" despliega una impactante artillería visual, merced a excelentes efectos especiales y la acertada dirección de Jon Favreau, quien además se asegura otra vez un divertido personaje secundario. En los roles protagónicos Mickey Rourke se luce desde el inicio con un personaje a su medida mientras Robert Downey jr. deja fluir ese talento innato que le permite encantar audiencias con el papel que sea.
Don Cheadle ocupa el lugar de Terrence Howard para interpretar al Teniente Rhodney, en tanto Gwyneth Paltrow cumple acertadamente como la sufrida Pepper. Por su parte Scarlett Johansson aporta su reconocido sex appeal pero no llega a impactar como heroína.
La maquinaria Marvel se afianza y usa a este filme para cimentar lo que será la gran apuesta de "The Avengers" en 2011, donde Iron Man se unirá a Thor, Hulk y Capitán América. Los guiños son abundantes y la presencia de Samuel L. Jackson como Nick Fury no hace más que prologar algo más prometedor aún.
Atención: Por decisión de la oficina de prensa local los créditos finales no fueron proyectados en su totalidad durante las funciones para cronistas, por tal motivo no podemos asegurarles que exista una escena extra detrás de los títulos. Quédense hasta el final a su riesgo.