Esta es la primera de las secuelas del megahit Iron Man del 2008. En un principio nadie apostaba demasiado por este superhéroe secundario de la Marvel, pero el filme de Jon Favreau terminó por transformarse en un arrollador suceso que incluso eclipsaría a Spiderman, el niño mimado de la editorial. Ahora llega la esperada continuación, la que posee una agenda excesivamente recargada. Y si bien el libreto hace un esfuerzo sobrehumano para que cada una de las numerosas subhistorias sea interesante y entretenida, lo cierto es que el total no es la suma de las partes.
La primera película se había sentido menos como la adaptación de un comic y más como un thriller de Tom Clancy con toques de superhéroe. A mi juicio lo que lastraba la primera Iron Man era su agenda política, que era panfletaria y mezclaba realidades (como la acción policíaca norteamericana de los últimos años en Irak y Afganistán) con fantasía, lo me parece incompatible (o traido de los pelos en el mejor de los casos). Ahora para la segunda parte contrataron al guionista menos pensado, Justin Theroux - el que hacía de Seamus O´Grady en Los Angeles de Charlie: Al Límite y cuyo único libreto previo fue la comedia Una Guerra de Película -, el que hizo un script realmente entretenido. Ciertamente el guión de Theroux se siente más como un comic tradicional que como un thriller internacional; y, para asegurarse de que el argumento sea interesante todo el tiempo (y a prueba de balas), el libretista insertó dos millones de subhistorias, personajes y villanos, cada uno de los cuales se pelea por sus cinco minutos en pantalla. Al menos Theroux tiene talento para escribir diálogos y situaciones interesantes, pero el gran problema de Iron Man 2 es que semejante saturación de historias termina por perder el foco en las cosas que realmente debían importar, que son Tony Stark y el villano Ivan Danko. Para tener una idea de la parafernalia de subtramas que hay en el libreto, les cuento que:
- Tony está muriéndose de envenenamiento por paladium (la fuente de energía instalada en su pecho);
- Tony se pelea todo el tiempo con un comité del senado por la posesión de la super armadura;
- el amigo de Tony, James Rhodes (Don Cheadle, haciendo una blanda imitación de Terrence Howard), tiene sus 15 minutos de superhéroe;
, el ruso Ivan Vanko (cuyo personaje es una mezcla de villanos Marvel como Whiplash y Crimson Dinamo) que, en la primera de cambio, se quiere comer crudo a Iron Man,
- hay un competidor de las industrias Stark, Justin Hammer (Sam Rockwell, haciendo una mala imitación de Robert Downey Jr), que se muere por destruirlo;
- está la hipersecreta agencia SHIELD, con Nick Fury, planes estrafalarios, agentes infiltrados en todos lados ...
... y dos millones de cosas más. El mayor problema de todo esto es que los supuestos conflictos que plantea el guión terminan por resolverse sin pena ni gloria en dos minutos, simplemente porque la historia está tan recargada que no puede tomarse minutos extras para crear climax dramáticos. Y todo esto culmina con el pobre Mickey Rourke siendo devorado por el filme en donde debería haberse lucido - el guión ni se calienta en mostrar la injusticia de la muerte de su padre o si los motivos de su venganza son justificados -. No es un spoiler decir que los malos pierden; pero cuando son derrotados, hacen "puff" en escasos segundos y con una absoluta falta de solemnidad, simplemente porque el filme tiene un gran apuro en ir cerrando todas las subhistorias antes de que se les venga la noche.
No voy a repetir el remanido latiguillo que vengo leyendo en todos lados de que "está buena... pero no es como la primera!". Yo no esperaba que Iron Man 2 fuera otro Batman, el Caballero de la Noche, simplemente porque su línea argumental es mucho más light que los filmes de Christopher Nolan. Todo en Iron Man 2 funciona más que ok, desde las perfomances, los diálogos, las situaciones hasta los efectos especiales. El tema es que está afectada por el síndrome inaugurado por Batman Regresa, en donde los productores se sienten inseguros por los resultados comerciales y meten a presión dos o más villanos como estrategia de marketing para asegurarse una taquilla espectacular; pero esto termina por traducirse en exceso de personajes principales con escaso tiempo de pantalla como para tengan un desarrollo adecuado. Acá no sólo hay dos villanos sino tres superhéroes (además de Iron Man) metidos con calzador, como son Viuda Negra, Nick Fury y War Machine. El libreto podría haber podado olímpicamente a Scarlett Johansson, que se siente como un cameo pagado por la actriz; Nick Fury tiene su gracia - bah, es Samuel L. Jackson haciendo de Samuel L. Jackson, sólo que con un parche en el ojo -, pero este personaje y toda la subtrama del envenenamiento por paladium son dos ideaa que podían haber quedado en la basura; y lo de Don Cheadle / War Machine es realmente prepotente. El personaje maneja como los dioses la armadura a los dos minutos de ponérsela. Saquen ese trío de caracteres (que no los necesita la historia principal) y le hubieran dado tiempo y espacio a Mickey Rourke. En cambio, así como está el filme, su Ivan Danko desaparece por casi una hora hasta que lo llaman para el grand finale. Y la resolución es espectacularmente anónima.
Si uno analiza en profundidad, en realidad termina por comprender de que los problemas de Iron Man 2 son en realidad los problemas de la política de la Marvel respecto del manejo de sus productos cinematográficos. Está tan apurados en disparar la inminente y multitudinaria película de Los Avengers (la versión Marvel de la Liga de la Justicia), que meten con calzador todos los superhéroes posibles en sus filmes como para llegar al 2012 y que todos estén presentados en sociedad. Así aparecerán Hulk (Edward Norton), el Hombre Araña (con un reboot inminente), el Capitán América (con Chris Evans y a punto de rodarse), Thor (ya filmada y en post producción), Iron Man (Downey Jr), War Machine (Don Cheadle), Nick Fury (Samuel L. Jackson), y quizás algún que otro más.
Iron Man 2 sigue conservando la gracia de la serie - y en especial gracias a Downey Jr que tiene el carisma intacto -. No es un desastre bíblico al estilo de Spiderman 3; Jon Favreau tiene talento de sobra para dirigir el circo. Pero la Marvel ha obligado a que el libreto esté inundado de personajes, lo que obliga a comprimir material suficiente como para dos filmes en uno solo, y eso se resiente en el peso dramático de los personajes.
(PD: tras los créditos hay un huevo de pascua en donde encuentran al martillo de Thor, superhéroe cuya película ya se encuentra en rodaje)
Las películas sobre Iron Man, el personaje de la Marvel, son: Iron Man (2008) y Iron Man 2 (2010)