La Historia continua...
La historia continúa en donde había quedado, el poco modesto y millonario inventor Tony Stark anuncia al mundo que él es Iron Man y la fama le acarreará nuevas amenazas.
Ahora el gobierno lo considera un arma y desean que entregue (como irónicamente dice Robert Downey jr.) su prótesis especial.
Pero ese no es su único peligro, el proyecto primitivo del generador de energía cayó en las manos equivocadas; un hijo (Mickey Rourke, El Luchador) que busca venganza y reconocimiento, quién se unirá a un codicioso personaje (Sam Rockwell, Todos están Bien) que desea ser el privilegiado proveedor de armas de los Estados Unidos.
Con la sociedad dividida en dos y mucho en su contra, incluso su salud, Iron Man debe apoyarse en su fiel secretaria Pepper Potts (Gwyneth Paltrow, Los Amantes), James "Rhodey" Rhodes (Don Cheadle, Traidor) y algunos nuevos personajes (que no adelantaremos) y tejer una nueva alianza para enfrentase a estos múltiples enemigos.
La cinta desde el principio resulta cautivante, llena de acción y variados efectos, que nada hace pensar que hubiese sido mejor realizarla en 3D. Y cuando la tensión comienza a caer, toda la operación vuelve a arrancar y no habrá ojos capaces de captar todos los sucesos.
Los diálogos como es costumbre suelen tener mucha gracia, más cuando salen del egocéntrico Tony, con el agregado de la cautivante personalidad de Downey.
Este film cuenta con la participación de su director Jon Favreau (Solo para Parejas), que además de encargarse de llevar la cinta adelante, puso su talento como actor para interpretar al asistente y chofer de Tony Stark.
Entre las participaciones especiales están la de Samuel L. Jackson y la bellísima Scarlett Johansson que junto a algunas puntas de información, van desmadejando esta precuela de lo que será próximamente Los Vengadores.
Y para los que deseaban ver al Increíble Hulk o al Capitán América deberán conformase por ahora, solo con la aparición su escudo. Paciencia…