Iron Man es un superhéroe como pocos. A pesar de tener grandes poderes como los demás (en su caso, un traje-arma que lo hace invencible), es el único que ha tenido la valentía de confesarle al mundo entero su verdadera identidad: ya todos saben que Tony Stark (Robert Downey Jr) es Iron Man.
Ahora el gobierno de Estados Unidos enjuiciará al empresario para que entregue a la nación esta arma revolucionaria, pero Stark optará por seguir gozando de la fama y el divismo que ha conseguido (en ese aspecto, me hizo acordar a ciertos personajes que hay en la Argentina). Por su parte, Ivan Vanko (Mickey Rourke), un científico ruso marginado de la sociedad y ligado al pasado de la familia Stark, comenzará a realizar negociaciones y a inventar una nueva arma para destruir a Tony. Y como en cualquier historia de superhéroes, a Iron Man le ha llegado su Robin. Esta vez, su amigo militar se transformará en su compañero de hierro.
Más allá del argumento vacío y la historia predecible que guía este film, no pude evitar sentirme atraída por algunos aspectos puntuales. En primer lugar, la gran interpretación de Downey Jr, lo cual es de destacar, porque este tipo de películas muy pocas veces gozan de buenas actuaciones, y porque este género también es estigmatizado por los grandes actores. Muchos artistas de gran trayectoria prefieren no hacer estos papeles porque piensan que no son de su altura. Robert Downey Jr demuestra que se puede ser virtuoso y apostar, al mismo tiempo, por enriquecer esta clase de cine. Aclaro que este tipo de género no es de mis favoritos, y justamente porque lo asocio con actuaciones de mala calidad.
Por otro lado, la construcción del personaje principal. Iron Man es un superhéroe con personalidad. Tiene actitud, es gracioso, espontáneo. También se deprime, y sufre por sus defectos, como cualquiera: es narcisista y egocéntrico.
Creo que en la crítica, como en la vida, no se puede juzgar cada pieza de arte con la misma vara. Si se va al cine una tarde de lluvia con el objetivo de ver una película pochoclera, con ganas entretenerse y relajarse un rato, Iron Man 2 es una opción aceptable.