En busca de su mascota
“Isla de Perros” es una comedia de aventuras, animada con la técnica stop motion, dirigida, escrita y producida por Wes Anderson. Las voces originales están puestas por actores estadounidenses tales como Bryan Cranston, Liev Schreiber, Edward Norton, Bob Balaban, Bill Murray, Jeff Goldblum, Greta Gerwig, Tilda Swinton y Scarlett Johansson. Además cuenta con las voces japonesas de Koyu Rankin, Kunichi Nomura, Akira Takayama y Akira Ito. La película abrió el Festival de Cine de Berlín, donde Wes Anderson ganó el Oso de Plata a la Mejor Dirección.
Ambientada en un futuro cercano de Japón, la cinta se centra en Atari (Koyu Rankin), un niño de 12 años que tuvo un pasado trágico y ahora vive con su tío Kobayashi (Kunichi Nomur), alcalde de la ciudad de Megasaki. Debido a un virus que se esparce entre los perros, Kobayashi decreta que los canes deben ser exiliados a la Isla Basura. El primer animal que es mandado allí es Spots (Liev Schreiber), mascota de Atari. Al ser arrebatado su mejor amigo, el chico robará una avioneta y aterrizará dificultosamente en la isla con el objetivo de encontrarlo. Para eso contará con la ayuda de Chief (Bryan Cranston), Rex (Edward Norton), King (Bob Balaban), Duke (Jeff Goldblum) y Boss (Bill Murray), un grupo de perros alfa que se la rebusca como puede para sobrevivir.
Siempre que aparece una producción animada que no fue hecha por computadora es para celebrar. Y más si es en stop motion, donde el movimiento del objeto estático se construye manipulándolo entre tomas, trabajo que requiere de una máxima atención por los detalles. Wes Anderson ya había realizado con esta técnica “Fantastic Mr. Fox” (2009), y como era de esperarse, con “Isla de Perros” vuelve a lucirse.
Por empezar, cada imagen resulta una maravilla visual que da ganas de pausar para poder apreciar todos los objetos colocados a la perfección, sin dejar nada librado al azar. Imposible no pensar en la cantidad de tiempo que debe haber llevado construir cada escenario como personaje, con pequeñas particularidades que hacen a cada elemento único. En especial la locación de la isla, en donde la soledad se palpita en el aire mientras alguna que otra hoja de periódico vuela entre montañas de residuos. O el aspecto de los animales, algunos esqueléticos como otros en los que el pelaje llega a parecer súper real, tanto es así que hasta se pueden observar las pequeñas pulgas.
Además de la cuidada composición en cada escena, lo que nos hace empatizar con los perros (como si fuera difícil hacerlo) son sus ojos, que producen las más acuosas lágrimas o que con una mirada fija ya nos hacen captar cuál es su cometido. La forma en la que se mueven también los hace diferenciarse entre sí. Sin dudas el animal con mejor desarrollo es Chief, un can callejero que se muestra fuerte y valiente ya que en el fondo tiene motivos para preferir la vida sin dueño.
La cinta está dividida por capítulos con títulos, así como los flashbacks son notoriamente aclarados lo que puede sacarnos un poco de la trama que veníamos apreciando. La música, compuesta por el galardonado Alexandre Desplat, es toda una exquisitez, llena de profundidad y concordancia con la aventura de Atari.
Desde el guión, “Isla de Perros” tiene variadas situaciones que, por cómo están planteadas, provocarán muchísima risa y ternura. No obstante lo más satisfactorio resulta la temática, ya que no sólo es la historia de un chico buscando a su perro sino que Anderson mete a la política de por medio, dejando un claro mensaje de cómo a veces los líderes ocultan información a su pueblo y son los ciudadanos los que deben hacerse escuchar.
A pesar de que su trama sea sencilla, para ver “Isla de Perros”, sabiendo que es de Wes Anderson, hay que ir completamente despabilado para no perderse nada, por lo que no es recomendable llevar a chicos muy chiquitos. Si sos amante de los animales, definitivamente la vas a disfrutar.