"Si alguna vez regresa, nosotros lo haremos" aseguran los integrantes de El Club de los Perdedores, el grupo de chicos de Derry que han crecido y abandonado el pueblo luego del enfrentamiento con el Mal, corporizado en el temible payaso Pennywise.
En It Capítulo 2, la película basada en el libro de Stephen King, el miedo dice presente veintisiete años después en esta superproducción nuevamente dirigida por el argentino Andy Muschietti, un gran conocedor del género que explota al máximo el material que tiene entre manos y lo hace volar en diferentes direcciones.
Ya desde el comienzo, con una pareja gay castigada por un grupo de jóvenes y el famoso payaso que aguarda el momento indicado para cautivar y "cuidar" a una de las víctimas, la película hace alarde que se viene un final a todo trapo, más sangriento y siempre con las cuotas de terror, ternura y nostalgia que acompañan a los castigados personajes.
El juego del "cine dentro del cine" asoma cuando el guionista Bill -James McAvoy- no suele encontrar buenos finales para sus historias y tampoco puede esconder su tartamudeo; Beverly -Jessica Chastain- intenta escapar de una relación violenta; Richie -Bill Hader-, un cómico de Stand up, tiene lagunas mentales frente a su público...y así se van presentando los personajes adultos que conocimos de adolescentes en la primera entrega. Todos reciben el llamado de Mike -Isaiah Mustafa-, el único que se ha quedado en el pueblo y los convoca para combatir el Mal que se expande en el lugar ante las nuevas desapariciones de niños.
La película, que cuenta con un sólido elenco que lleva adelante los miedos más intensos y profundos y las fobias que arrastran desde la niñez, desarrolla esas situaciones en forma minuciosa y en secuencias de terror diurno -la estatua que cobra vida y la anciana monstruosa- que encuentran una buena resolución en lo que a vértigo y suspenso se refiere.
Las casi tres horas de proyección se disfrutan sin obstáculos porque la historia propone un sube y baja constante -como en el parque de diversiones- y un túnel de espejos donde el terror se potencia y adquiere formas espeluznantes.
Ellos están de vuelta y se juntan en un restaurante chino después de años sin verse pero unidos nuevamente con un único objetivo. Entre un suicidio, una alcantarilla que enfrenta al propio Bill con el recuerdo de su hermano desparecido y también con él mismo años después en un sótano amenazante; un afiche de la película Tienes un e-mail y una evocación constante por épocas que no vuelven, It Capítulo Dos resulta siniestra, atrapante y exalta los vínculos de la amistad hasta las últimas consecuencias.
Claro que tampoco faltan las sorpresas y el cameo con alusión "argentina" en esta historia que alterna pasado y presente, un ritual indígena y el elenco adolescente haciendo anclaje en un presente caótico.
"Hay gente que recuerdo haber olvidado" aseguran y también hay monstruos que nunca mueren en esta propuesta que hay que ver como una unidad, más delirante, juguetona y ambiciosa pero con el mismo espíritu siniestro que la convirtió en una marca registrada.