Más correcto que espeluznante
La segunda parte de la remake dirigida por el argentino Andy Muschietti no cumple con las expectativas luego de la primera parte.
En 2017 llegó a los cines “ It: Capítulo 1” y a pesar de tratarse de una adaptación del best seller de Stephen King, y a la vez remake de la miniserie de finales de los ‘80, se convirtió en un éxito tan grande que es la película de terror más taquillera de la historia. Con ese genial antecedente, y el plus de que su director, Andy Muschietti, es argentino, el estreno de este “Capítulo 2” es, por donde se lo mire, una celebración.
Pero quizás influenciados por esas luces, tanta expectativa puesta en el cierre de la historia del Pennywise y “los perdedores”, es que esta segunda parte no alcanza a la anterior. La historia es básicamente la misma del libro y de la segunda parte de la miniserie: cuando reciben el llamado de Mike (Isaiah Mustafa), los perdedores deben volver a su pueblo natal, Derry, para cumplir la promesa que hicieron cuando eran niños.
Si Pennywise (Bill Skarsgård) regresaba, ellos deberían destruirlo. Mike, como un sereno que se ocupó todos estos años de cuidar que el payaso no reapareciera, hace el llamado a sus amigos de la infancia cuando hay señales de alarma. Beverly (Jessica Chastain) Bill (James McAvoy) Richie (Bill Hader), Ben (Jay Ryan), Eddie (James Ransone) y Stan (Andy Bean) reciben la llamada, cada uno de diferente manera. Es que el “embrujo” de Derry es tan grande que quien se aleja del pueblo comienza a olvidar lo que sucedió allí. Sin saber con qué se encontrarán, los perdedores viajan y en la primera cena juntos, Mike les recuerda su juramento.
El grupo deberá enfrentarse al payaso para acabar no sólo con el maléfico ser, sino quitarse de encima sus propios demonios. La película dura 167 minutos, es decir, poco menos que tres horas, y si bien esa extensión le da la posibilidad a la historia de desarrollar todas las subtramas de sus protagonistas, al hablar de un filme de horror, su esencia se va desdibujando, porque de a poco nos vamos acostumbrando al miedo, y, como si fuese una paradoja del cuento, lo que nos quiere hacer sentir se va apagando, como si se tratase de la moraleja de “ It”, que justamente habla de los miedos y de cómo enfrentarse a ellos.
Si bien cuenta con algunas escenas muy bien logradas, uno de los problemas del filme es que gran parte del elenco adulto -excepto por Bill Hader- no agrega nada a los roles de los perdedores que tanto se hicieron querer en la primera parte.