Desarrollando ideas sobre las marcas que dejan huella desde la infancia hacia la adultez, la nueva entrega de IT posee algunos momentos deslumbrantes en materia de escenas de horror. En el derrotero de los losers de Derry ya maduros, luchando contra sus propios miedos y aunando fuerzas, una metáfora sobre la amistad y el trabajo en equipo reposicionan un relato que tarda en arrancar, se detiene en personajes, disfruta del regodeo con el dolor ajeno e intenta ponerle un cierre a todas las ideas que en su predecesora había presentado.